Diario de León

La Junta declara en León 297.000 hectáreas de alto riesgo por incendios

El municipio con mayor peligrosidad por sufrir más de diez siniestros al año es Truchas

Entre las causas destacan la meteorología, la acumulación de combustible, las tormentas o las prácticas agrícolas. J. NOTARIO.

Entre las causas destacan la meteorología, la acumulación de combustible, las tormentas o las prácticas agrícolas. J. NOTARIO.

León

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León es la provincia de la comunidad que cuenta con una mayor superficie de áreas con índice de peligro alto incendios, con un total de 296.690 hectáreas, seguida de Zamora con 86.043 y de Ávila con 35.537.

Así figura en el Plan anual de prevención, vigilancia y extinción de incendios forestales para el próximo año, publicado ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), donde se recoge que las zonas donde se localizan las áreas con índice de peligro alto —más de diez incendios al año— se concentran el noroeste y oeste de la provincia, concretamente en las comarcas de Truchas, Villablino, Villafranca y Vega de Espinareda en las que la mayor parte de su superficie está clasificada como área de peligro alto.

El municipio con una mayor superficie con índice de peligro alto es Truchas —27.871 hectáreas— , seguido por Villablino con 20.443 y por Ponferrada con 18.065.

A nivel regional, la Junta ha identificado doce comarcas de seis provincias de la Comunidad como áreas de peligro alto de fuegos forestales, en función de la frecuencia y propagación, tras la elaboración de un análisis minucioso basado en las experiencias de los años precedentes, así como variables relacionadas con la meteorología de estas zonas, su baja accesibilidad, su volumen de combustión y la topografía, entre otros. A ellos se suman los índices de alta afección por fuegos originados por líneas férreas, cableado eléctrico, principalmente de alta tensión, por el tránsito en determinadas carreteras, lugares de mayor riesgo de caída de rayos por tormentas y por el desarrollo de la actividad agrícola o cinegética.

Se trata de todo del Bierzo, así como Laciana, Montaña Central y La Cabrera —en León—, Sanabria y parte de Aliste (Zamora), la zona de Cervera de Pisuerga (Palencia), Merindades y Aranda de Duero (Burgos), Valle del Tiétar y el del Alberche (Ávila) y la comarca de Ciudad Rodrigo (Salamanca). En nivel medio de incendios se encuentran casi toda la periferia regional; y en bajo, comarcas puntuales del centro de la Meseta.

El Plan Anual de Prevención, Vigilancia y Extinción de Incendios Forestales para el año 2024, consecuencia del real decreto de medidas urgentes en materia de incendios forestales publicado el pasado año en el BOE por el Gobierno central, y a través del que también se modificó la Ley de Montes, contempla las mejoras adoptadas en los acuerdos del Diálogo Social, suscritos en septiembre de 2022, y que refleja una dotación de 127 millones hasta 2025. Cuenta con índices de riesgo para determinar las zonas con más probabilidad de incendios, que «cada año puede variar por la meteorología y otras condiciones que marcan las masas forestales.

Para las zonas de frecuencia y propagación alta las medidas a adoptar, según el Plan, será el diseño y ejecución de actuaciones de selvicultura preventiva, introducir criterios de priorización en las líneas de ayudas públicas para esta prevención, priorizar las ayudas públicas a la asociación o agrupación de propietarios y productores forestales, así como la puesta en marcha de aprovechamientos de madera y biomasa que permitan reducir la carga de combustible, integrar la identificación de estas áreas en las plataformas informáticas de apoyo a la gestión de emergencias y a la extinción para aplicar despachos contundentes desde el inicio del incendio en época de peligro alto.

En cuanto al operativo, la Consejería contará en 2024 con 128 cuadrillas terrestres: 111 romeos (seis peones, un capataz, un todoterreno y una pick up), 16 november (similares pero destinadas a comarcas con más siniestros) y una dotación de personal fijo discontinuo. Además, existen otras cuadrillas terrestres que están integradas en el operativo, cuatro de ellas pertenecientes al Ministerio de Defensa y tres del Organismo Autónomo de Parques Nacionales. La Comunidad cuenta con 32 máquinas asociadas a los diferentes contratos de retenes de maquinaria y buldócer cortafuegos.

Además, el operativo dispone de un total de 94 autobombas propias —28 de ellas con dotaciones nocturnas—, 132 pick-up con depósito de agua y otras 87 autobombas en convenios de colaboración con ayuntamientos y diputaciones.

En 2024 se sumará una nueva unidad de Brigada y Autobomba compuestas por una cuadrilla de siete personas (un capataz y seis peones especialistas) y dotadas de un camión autobomba de doble cabina y un vehículo pick-up, con lo que serán ya cinco, formato que se utilizó por primera vez este año.

Por otro lado, el Plan contextualiza que Castilla y León cuenta con una amplia red de caminos y pistas forestales, más de 250.000 kilómetros, y de ellos, más del 40 por ciento atraviesan o dan servicio a terrenos forestales. La Junta prevé para 2024 una inversión de 1,7 millones para la ejecución de este tipo de labores en una superficie que ronda las 3.500 hectáreas.

Sobre los puntos de agua, el inventario eleva la cifra a 1.863. Se prevé, en el marco del Plan Anual, un análisis de su distribución para garantizar una red adecuada de puntos para helicópteros que faciliten tiempos de cadencia de las descargas inferiores a 10 minutos.

Puestos de vigilancia

La comunidad cuenta con una red de 171 puestos de vigilancia, un sistema formado por 104 cámaras distribuidas en cinco provincias: 22 en Ávila, 19 en León, 23 en Salamanca, 22 en Soria y 18 en Zamora. Sus emplazamientos están estratégicamente repartidos, cubriendo la mayor parte de la superficie forestal de cada provincia, salvo en la provincia de León que están localizadas en las comarcas del Bierzo y limítrofes.

Entre las mejoras planteadas para el próximo año se encuentra la continuación de las obras del helipuerto de Oterico, la ampliación, de las bases de Barco de Ávila (Ávila) y Cueto y la ejecución de la mejora de la base de Villardeciervos (Zamora) .

En Castilla y León, la media anual de la superficie forestal quemada durante el histórico muestra un patrón decreciente. El promedio anual durante este periodo de tiempo es de 30.850 hectáreas afectadas. Las dos anualidades con mayor superficie son 1985 (105.726 hectáreas) y 2022 (83.014).

En el periodo 2013-2022, de los 14.499 incendios, 49 están catalogados con grandes incendios forestales (más de 500 hectáreas). Aunque no suponen ni el uno por ciento del total de siniestros, sí son los responsables del 65 por ciento de la superficie forestal afectada en el periodo. En estos últimos diez años, el 56% de los fuegos fueron intencionados, uno de cada cinco, negligencias, el 15% accidentales, el 8% a causa de rayos, y un 2%, reproducciones. Hay un cuatro por ciento cuya causa es desconocida.

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