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La masiva muerte de animales en el canal de Arriola enfrenta a la Junta y a la CHD

- El Procurador del Común responsabiliza a la administración autonómica de la superpoblación de especies en los cotos

Restos de un animal entre la maleza atascada en una trampilla. RAMIRO

León

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El Procurador del Común de Castilla y León ha realizado una actuación de oficio para tratar de poner fin al constante goteo de muertes por ahogamiento de animales que caen al canal de Arriola a su paso por León y que afecta fundamentalmente a corzos, jabalíes y en algunos casos venados.

Según datos de la propia Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), titular de esta infraestructura hidráulica, entre los meses de abril y junio del pasado 2023 han perecido en el canal —que tiene una longitud total de cerca de treinta kilómetros— cerca de cuarenta animales en los municipios de Valdefresno, Vegas del Condado y Santa Colomba del Curueño, cifra que se eleva a los 139 en las dos últimas temporadas de riego —la de 2022 y la 2023—, y que evidencia «el considerable aumento de muertes de corzos y jabalíes, mayormente, que caen al canal principalmente en los meses de primavera y verano», según consta en un informe de la propia confederación.

Ante esta situación, que afecta gravemente tanto a la gestión y explotación del propio canal, como a la fauna de la zona, el Procurador del Común ha emitido una resolución en la que se evidencia la falta de entendimiento entre la CHD y la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, administración competente en materia de fauna, que incluso llegaron a crear una mesa de trabajo para incrementar la colaboración entre ambos y adoptar medidas que reduzcan la alta mortalidad de animales en el canal sin que esa puesta en común se haya llevado a cabo en la práctica.

Sin éxito
Las rampas flotantes no han tenido ninguna eficacia, ya que los animales mueren de hipotermia antes de salir

Incluso la propia consejería requirió en 2023 a la CHD para que en un plazo de cuatro meses procediera a la corrección de la infraestructura con el fin de prevenir nuevos daños, o de lo contrario abriría un procedimiento sancionado por infracción medioambiental.

Tras analizar toda la documentación requerida, el Procurador ha resuelto que, aunque sin demasiado éxito, la CHD ha puesto en marcha diversas actuaciones con las que tratar de poner fin a esta situación, mientras que la Junta, «no ha hecho nada»  para controlar la superpoblación de especies que hace que cada vez caigan más animales al canal procedentes de los cotos de caza. Por este motivo, exige que se declare de una vez la emergencia cinegética, actualmente en tramitación, y se ponga en marcha el Plan de Gestión del Jabalí, también anunciado recientemente , así como del corzo, dado su incremento poblacional. Del mismo modo, el Procurador pide que se revisen los planes cinegéticos vigentes de los cotos de caza adyacentes al Canal de Arriola «con el fin de determinar si el número de capturas previstas de corzos y jabalíes en dichos terrenos es el adecuado, requiriendo, en caso contrario, su revisión».

El estado actual del canal, a penas sin agua por no ser temporada de riego, a su paso por Paradilla de la Sobarriba. RAMIRO

 En el informe remitido por CHD se detallan todas las actuaciones llevadas a cabo en el canal desde 2016 para solucionar el problema, al tiempo que se reconoce la poca efectividad de todas las llevadas a cabo hasta el momento. 

El organismo invertirá este año 1 M€ en completar el vallado por ambos márgenes

En el año 2016, el organismo colocó, como ensayo y plan piloto, una rampa flotante de salida de animales, cuya eficacia a sudo «muy reducida o nula», según la propia CHD. Y en 2022, se procedió al vallado del canal, por su margen derecha, entre el punto kilométrico 2,635 y el 4,600, es decir, desde el cruce del canal con la carretera local LE-4610 y la carretera autonómica CL-624 con un coste de 40.922 euros. Se eligió este tramo por ser en el que se estima que la caída de animales es mayor. Durante la segunda mitad del año 2023 se instaló una malla cinegética a lo largo de tres kilómetros, esta vez con un presupuesto de 48.376 euros.

Un problema importante es la baja temperatura del agua, uno de los principales factores que afecta a la tasa de supervivencia, ya que, debido a la hipotermia, los animales no pueden nadar y llegar con vida a la salida. Por este motivo, desde que se ejecutó la rampa flotante, se tienen evidencias que demuestran que ningún animal la ha utilizado para salir del canal, por lo que «su ineficacia es manifiesta», admiten.

Actualmente se ha iniciado con urgencia la redacción de un proyecto de mayor envergadura para completar el vallado de ambas márgenes del canal en toda la zona problemática, por un importe máximo autorizado de 1.000.000 euros. Asimismo, se está avanzando en el diseño de un mecanismo móvil de evacuación de fauna que podría llegar a instalarse en cualquier canal, independientemente de su estructura, y que se adaptaría a los diferentes caudales circulantes. La previsión actual, si los medios disponibles lo permiten, es que dicho dispositivo, actualmente en fase de diseño, se ensaye durante la próxima campaña de riego de 2024.