La subida de los tipos de interés «ahoga» a las grandes inversores del sector en la provincia
A pesar de que los tipos de interés están empezando a dar un respiro, las subidas de hasta el 4,2 registradas el año pasado está pasando factura a muchos agricultores y ganaderos de la provincia, sobre todo los que pidieron créditos para hacer frente a las millonarias inversiones de las modernizaciones de los regadíos, para modernizar las explotaciones o incluso para la compra de maquinaria agrícola y se acogieron a la modalidad variable.
«Estamos hablando de mucho dinero al que se tiene que hacer frente por culpa de un diferencial de hasta tres puntos lo que es una auténtica barbaridad para aquellas personas que firmaron sus créditos a través de instrumento financiero de la Junta de Castilla y León, que era a un interés variable del Euribor más dos puntos», explica el secretario provincial de Asaja, José Antonio Turrado.
Esta situación afecta principalmente a los jóvenes agricultores que han apostado por la modernización de sus explotaciones pero también, y en gran medida a los ganaderos de intensivo que han construido granjas avícolas o de porcino en los últimos tiempos, y que son bastantes en la provincia de León.
«Mientras que los agricultores asumen la subida que como media es de unos 50 euros por hectárea, la situación de estos ganaderos es más asumible, mientras que los productores de las granjas es la que más preocupa, ya que son inversiones muy altas, de no menos de 400.000 euros, en las que se piden créditos para financiar el cien por cien del proyecto, por lo que la subida de las mensualidades para hacer frente a los créditos se puede llegar a duplicar, y en muchos casos sale ya más dinero del que entra», asegura Turrado.
En todos estos casos, lo recomendable es negociar con las entidades bancarias para alargar lo máximo posible los plazos a cambio de no aplicar subidas tan severas.