El Gobierno no tomará ninguna decisión sobre el lobo hasta que concluya el censo
Hugo Morán denuncia que «no todas las comunidades» está colaborando en actualizar los datos
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se refirió ayer a la situación de la especie del lobo y ha indicado que se está trabajando en la actualización del censo de especies que espera esté listo a finales de año. Será entonces cuando se conozca si la especie ha mejorado su situación, si ha empeorado o si se mantiene.
«Atendiendo exclusivamente a los datos científicos será cuando se tomen las decisiones que haya que tomar», ha indicado Morán ante las preguntas de los periodistas sobre la posibilidad de modificar la inclusión del lobo en el listado de especies protegidas.
Morán ha manifestado que todas las comunidades autónomas deberían estar trabajando en la actualización de ese censo y entiende que esto está siendo así, para luego poder actualizar el informe a Bruselas cada seis años.
En España el último censo del lobo data de 2014 y sobre esos datos se elaboró el informe enviado a Bruselas en 2019. También fue ese informe el que sirvió de base para solicitar la inclusión del lobo en el listado de especies protegidas en base al análisis del comité científico se determinó que era susceptible de incluirse, ha recordado Morán.
En este sentido manifestó que la situación de la especie no es estática sino que es dinámica.
La Comisión Europea propuso a finales del mes pasado modificar el estatuto de protección del lobo para que pase de estar «estrictamente protegido» a únicamente «protegido».
La Comisión alegó que el estatuto de protección del lobo se adoptó en 1979 —en virtud del convenio internacional de Berna sobre la conservación de la fauna y flora silvestres y los hábitats naturales de Europa—, teniendo en cuenta los datos científicos disponibles en el momento de las negociaciones.
Sin embargo, aseguró que, según los datos recogidos recientemente, las poblaciones loberas se han incrementado «considerablemente» en las últimas dos décadas y plantean nuevos retos, especialmente en algunos territorios de la UE donde han aumentado los ataques al ganado.
Así, Bruselas instó a las autoridades nacionales y locales a adoptar las «medidas necesarias», con el apoyo comunitario, al tiempo que les ofrece una «perspectiva clara» que incluye nuevas flexibilidades de gestión de estos grandes carnívoros cuando las herramientas existentes resulten insuficientes.