La subasta del santo recauda 90 euros en La Acisa
-Veinte patas de cerdo, ocho orejas, un lomo de cabra y un bote de titos cultivados en la Devesa fue el lote aportado por los vecinos
Los vecinos del pueblo de La Acisa de Las Arrimadas celebraron el fin de semana la festividad de San Antonio que había comenzado el sábado con una verbena. Este domingo, tras la celebración de la misa se procedió a las subasta de San Antonio donde el protagonista es la pata de cerdo. La historia es que estas patas, orejas de cerdo y garbanzos que se traía de toda la comarca de las Arrimadas y zonas limítrofes para el santo eran para proteger a la ganadería. Dado que ya casi nadie tiene cerdo lo que se hace desde hace unos años es comprar las patas y se curan en el pueblo. Tras la subasta el dinero recaudado se apunta en un libro de cuentas de San Antonio Abad patrono de la ermita del pueblo de La Acisa de las Arrimadas. Esta tradición data del año 1944.
Los mayordomos son los encargados de recaudar el dinero para el santo y gestionarlo. Cada año se eligen los nuevos mayordomos que cada vez le va correspondiendo a una casa. Este año dejan el cargo Marta y Sebastián en entra como mayordomos, Belén y Evaristo. El dinero se destina para el pago de la luz de la ermita y de las reparaciones que se necesiten tanto para San Antonio como San Hipólito.
En esta edición se recaudaron de los vecinos 20 patas, 8 orejas, un kilo de garbanzos, un lomo de cabra y bote de titos cultivados en la Devesa. El presidente de la asociación la Collada, Roberto López fue el encargado de proceder a la subasta donde el precio final llegó a los 90 euros. Se animó a la gente para que se pujase con alegría dado que en el año 1944 la subasta había alcanzado la cifra de 124 pesetas.
El pueblo de La Acisa de las Arrimadas es una localidad que a los largo de los años pone en escena muchas actividades anuales de la mano de la las asociación la Collada. El objetivo es hacer que la gente no se olvide de sus raíces y que las nuevas generaciones sientan la necesidad de venir al pueblo de sus padres y ancestros. «Lo que más satisfacción da la celebración de estos eventos es ver a la nuevas generaciones interactuar por las calles del pueblo y jugar olvidándose por un momento de la redes sociales», señala una vecina. Celebraciones que el día de la pera asadera con el concurso de dulces así como esta festividad de San Antonio hacer resurgir las calles del pueblo y «dan mucha alegría a los que aquí vivimos todo el año».