Los productores de leche apuntan a que en 15 años solo quedarán 20 ganaderías en León
La amenaza de una bajada de los precios por parte de la industria siembra de incertidumbre un sector «asfixiado»
La presión de las industrias sobre los ganaderos de leche está empujando al cierre de muchas de las explotaciones de la provincia. Así lo asegura José María Álvarez, portavoz nacional de la Organización de Productores de Leche, que afirma que «dentro de poco ya no podrán bajar más el precio de la leche que pagan a los ganaderos ya que no habrá ganaderos a los que presionar».
Actualmente, en la provincia «sobreviven» entre 200 y 250 explotaciones dedicadas al vacuno de leche. «Dentro de 15 años, si la industria sigue achuchando así al sector, solo quedarán 20 ganaderías», lamenta Álvarez, que explica que los ganaderos son cada vez más mayores, entre 54 ó 55 años de media, no tienen relevo generacional, «ya que los hijos han visto lo que han pasado sus padres, y no lo quieren», y porque prefieren trabajar en la agricultura «donde ya se han labrado un patrimonio que les permite trabajar con más seguridad».
El año 2024 amenaza con nuevas bajadas para el sector, algo que será perjudicial para todos los eslabones de la cadena, ya que no sólo afectará a los ganaderos sino que también es malo para industria, la distribución y los consumidores.
Actualmente los ganaderos de vacuno de leche de Castilla y León se encuentran inmersos en una nueva negociación de contratos para los próximos meses. En estos momentos el sector lácteo se enfrenta a importantes desafíos, desde fluctuaciones en los precios de los insumos hasta las cambiantes demandas del mercado.
El precio actual que la industria paga al ganadero ronda los 50 céntimos por el litro. «No es un mal precio, nos permite mantener las ganaderías, pero más no puede bajar porque es cuando los costes no cuadran», afirma Álvarez. Para el consumidor la leche del supermercado cada vez está más cara y al ganadero cada vez se le paga menos, por lo que «todo ese margen se lo lleva la industria, que está ganando dinero a paladas a costa productores», asegura Álvarez. Durante el año pasado, en el mes de marzo, el litro de leche se llegó a pagar a 60 centímetros el litro, su máximo en los últimos meses, lo que dio cierta holgura a los ganaderos, que no solo pudieron hacer frente a los costes sino que tuvieron margen para las ganancias, después de un arranque del año que comenzó con un precio de 32 céntimos, lo que «asfixió a muchas ganaderías».
Ahora, al descenso del precio se suma la escasez de leche, como consecuencia del cierre de las ganaderías en todo el territorio nacional, por lo que «la industrial tendrá que echar el freno y empezar a cuidar al productor, si no quiere empezar a tener que traer la leche de fuera, y no precisamente de Francia, donde también hay escasez, de Alemania, o de otros países emergentes», explica Álvarez. «Al final pasará como con el aceite, donde ese aumento de precio como consecuencia de la escasez, en este caso por una mala campaña, la termina pagando el consumidor en la cesta de la compra».
Los ganaderos de vacuno de leche de Castilla y León se encuentran inmersos en una nueva negociación de contratos para los próximos meses. En estos momentos el sector lácteo se enfrenta a importantes desafíos, desde fluctuaciones en los precios de los insumos hasta las cambiantes demandas del mercado.