Los tres centros comarcales de biomasa de León atenderán casi 1,2 millones de hectáreas

Tres centros logísticos comarcales de biomasa, que se ubicarán en los municipios de Castrocontrigo, Almanza y Llamas de la Ribera, y dos de carácter local, en Villablino y Fabero, serán los encargados de gestionar la biomasa forestal de la provincia de León para dedicarla a fines térmicos y eléctricos. Su producción, recabada en 1.187.695,85 hectáreas, abastecerá la planta de generación de Forestalia en Cubillos del Sil y las redes de calor que se van a instalar en León y que ya están operativas en el CHF y en Ponferrada.

Todos los centros serán gestionados por la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), que es quien promueve estas redes de calor en la provincia y que participa en el proyecto de Forestalia.

La selección de estas ubicaciones para los centros comarcales es, según la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, de la que depende la Somacyl, se debe a que las comarcas forestales de la Bañeza, Benavides y Gradefes están bien ubicadas para realizar el suministro a las instalaciones «y albergan multitud de pinares autóctonos, de repoblación, encinares y robledales. Estas áreas forestales disponen de importantes recursos biomásicos, además de ser unas de las zonas forestales de la comunidad con mayor incidencia de incendios forestales».

Estos centros, junto a un cuarto que se ubicará en Palencia, suponen una inversión de 7,9 millones de euros, cofinanciados en el 70% por el programa de fondos de Transición Justa de la Unión Europea y el 30% restante por la Junta a través de la Somacyl., Está previsto que se encarguen de comprar la biomasa forestal que tanto autónomos como empresas forestales generen en su radio de acción. Con ello, según señalan fuentes de la consejería, contribuirán «a una oportunidad única para el asentamiento de la población rural y la mejora de la gestión forestal de todos los montes arbolados, haciéndolos más resilientes frente a incendios forestales, sequías, plagas, enfermedades y el cambio climático».

Y es que, además del fin fundamental que es el de producir biomasa forestal adecuada para fomentar su uso térmico en Castilla y León, entre los objetivos que destaca el departamento dirigido por Juan Carlos Suárez-Quiñones, figura el de generar una economía forestal que cree empleo en estas zonas rurales afectadas por la despoblación, así como incentivar la limpieza de los montes mediante la intensificación de tratamientos selvícolas que puedan ser valorizados para su uso como astilla forestal.

En este punto, la consejería también se refiere a que esta limpieza supondrá reducir el combustible en los montes, y en consecuencia la capacidad de propagación de un incendio forestal.

Cada centro logístico comarcal (CLC) podrá gestionar un mínimo de 20.000 toneladas de biomasa forestal al año y dispondrán además de las propias instalaciones, de la maquinaria necesaria para recibir la biomasa en rollo o astillada, que se pesará en la propia instalación; posteriormente se astillará con una astilladora de cuchillas, parte de ella se cribará y finalmente se almacenará sobre firme de zahorra artificial hasta su carga para transportarla a la planta de consumo (red de calor de León, por ejemplo).

El ámbito de actuación de cada centro será de 35 kilómetros a la redonda y, según las previsiones, cada uno de ellos podrá gestionar un mínimo de 20.000 toneladas de biomasa forestal al año. Los CLC dispondrán, además de las propias instalaciones, de la maquinaria necesaria para recibir la biomasa en rollo o astillada, que se pesará en la propia instalación; posteriormente se astillará con una astilladora de cuchillas, parte de ella se cribará y finalmente se almacenará sobre firme de zahorra artificial hasta su carga para transportarla a la planta de consumo (red de calor de León, por ejemplo).

En cuanto a las expectativas de empleo, las previsiones de al consejería es que cada centro comarcal pueda llegar a generar al menos 16 puestos de trabajo en empresas de la comarca y en autónomos y otros dos puestos de trabajo para asumir la atención de las propias instalaciones.