Los guardias civiles exigen a Marlaska que sean considerados una profesión "de riesgo" tras el suceso de Cádiz
El asesinato del leonés David Pérez y otro guardia civil en Barbate ha dejado conmocionada a la localidad leonesa de Nogarejas.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) pide al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que considere a la profesión como de “riesgo”, tras la muerte de dos agentes en Barbate (Cádiz) y la agresión que sufrieron otros cuatro en Soria, el pasado domingo, cuando fueron arrollados por un hombre que huía en un camión.
AEGC ha recordado en un comunicado que lleva años exigiendo a Interior el cambio de consideración de los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para que sean considerados autoridad, y no solo agentes de la autoridad, consideración que ya existe para diputados y senadores o profesores y sanitarios.
A juicio de la asociación, mientras se les siga considerando agentes de la autoridad y no “autoridad” seguirán aumentando las agresiones pues el castigo es "considerablemente menor y en muchos casos se salda con una sencilla multa que ni siquiera abona el agresor".
Y ha insistido en que, junto a este cambio en el Código Penal, sería necesario dar un paso más y que la profesión sea considerada de “riesgo”, porque no tiene sentido que una profesión que tiene como objetivo luchar contra la delincuencia y dar seguridad a la sociedad, ha aseverado, no sea considerada como una profesión de riesgo.
“Nuestra asociación no entiende qué problema tienen en el Ministerio del Interior y en el Ejecutivo central para que se nos siga negando este sencillo cambio cuando se afrontan otros más 'conflictivos' y 'discriminatorios' para el conjunto de la sociedad”, ha apuntado.
Los guardias civiles, con independencia de su destino, afrontan el servicio con total profesionalidad, sin distinguir si se solicita su presencia en un pequeño o gran municipio.
Las necesidades en uno u otro lugar son idénticas, según ha resaltado AEGC, y pasan por más personal y más material, ya que cada una de las agresiones implica que, como lo ocurrido en Soria, el servicio se vea ahora mermado por la pérdida de efectivos que estarán de baja por las lesiones y por la pérdida de los dos vehículos destrozados.