Marlaska descarta irse pese al recrudecimiento de las críticas por su gestión
Fernando Grande Marlaska dejó claro este lunes que no tiene intención alguna de presentar su dimisión al frente del Ministerio del Interior tras la tragedia de Barbate —donde dos guardias civiles fueron asesinados el pasado viernes tras ser embestidos por una narcolancha—.
El político vasco, que habló ante los medios antes de un acto en Rivas-Vaciamadrid (Madrid), defendió la gestión de su departamento desde que él está al frente en la lucha contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar y advirtió que los crímenes contra los agentes «no van a quedar impunes».
El ministro, haciendo caso omiso a las duras críticas recibidas en los últimos días, aprovechó la ocasión para destacar el «compromiso de inversión» del ministerio y su propósito de «seguir avanzando» en la lucha contra la criminalidad organizada. «El narco sabe que se le está acorralando en el Campo de Gibraltar desde hace cinco años y medio», dijo.
Fuentes de Interior trataban de aclarar, además, que «no se ha desactivado ningún organismo de coordinación desde que se inició el plan del Estrecho», ya que los 150 agentes de refuerzo que estaban en Ocon-Sur en 2018 pasaron hace meses a formar parte de las comandancias de la zona y, además, existe un centro de coordinación que responde a las siglas de Crain.
Y esta vez, lejos de atender las quejas de las asociaciones de guardias civiles que en los últimos días han pedido su renuncia —entre ellas la AUGC, la AEGC y Jucil—, al igual que formaciones como el PP, Vox o Podemos, vuelve a descartar dimitir.
El propio Alberto Núñez Feijóo volvió a exigir en el día de ayer que abandonase su puesto tras destacar que «debería haber dimitido ya por otras cosas», como por ejemplo el «fracaso» en el control de las fronteras y la valla de Melilla, o su «connivencia presunta con el entorno de los presos de ETA».