Un juzgado de Asturias obliga a Mieres a cesar su actividad ganadera en Pinos
El fallo da la razón a las juntas vecinales de Babia en el eterno conflicto por los pastos, propiedad del ayuntamiento asturiano
Editorial: La lógica llega a Pinos desde la Justicia
El Ayuntamiento de Mieres anunció este lunes por la tarde su intención de recurrir la sentencia emitida por el Juzgado de lo Contencioso número 1 de Oviedo, que por primera vez da la razón a los pueblos de Babia en el eterno conflicto por el puerto de Pinos que ha enfrentado históricamente a los dos territorios.
Provincia
Un juzgado de Asturias da la razón por primera vez a León en el conflicto por el puerto de Pinos
María Carnero
La sentencia estimado el recurso presentado por la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores y las Juntas Vecinales de Pinos, Villargusán, Candemuela y San Emiliano contra el Ayuntamiento de Mieres y en una larga sentencia de 32 folios, reconoce que el consistorio asturiano «ha venido actuando en vía de hecho al desarrollar las actividades de servicio y fomento a la ganadería en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, municipio de San Emiliano» y le condena a cesar todo tipo de actividad.
Esto quiere decir, según ha explicado el abogado de EcoUrban, Carlos González-Antón, que «toda la actividad que viene desarrollando el Ayuntamiento de Mieres en la provincia de León es claramente ilegal, aunque la venga desarrollando desde 1926 y lo haga sobre los conocidos como Puerto de Pinos, que adquirió entonces, y sobre el Puerto de los Hidalgos, que alquila en Villafeliz de Babia».
El letrado ha querido poner de manifiesto esta sentencia, sobre la cabe recurso, ya que «es la primera sentencia dictada desde Asturias, en la que se da la razón a León, y que avala todas las que a lo largo de los años hemos ganado en distintos juzgados, incluso en el TSJ de Castilla y León».
Actualmente cerca de 1.500 reses procedentes de Mieres pastan en el puerto de Pinos, cuyos terrenos, cerca de 900 hectáreas, son de su propiedad ya que los adquirió en 1926 en una subasta a la Fundación Sierra Pambley. La operación se cerró con una única condición por parte del principal valedor de la fundación, Francisco Fernández Blanco de Sierra y Pambley, una cláusula que dejó en su testamento antes de morir y reconoce el derecho de pasto a las cuatro pedanías de san Emiliano.
Desde entonces han sido constantes los enfrentamientos entre los ganaderos asturianos y los leoneses por pastar en estos terrenos. «Incluso los asturianos han edificado, celebran allí sus fiestas patronales y han convertido el puerto de Pinos en un referente en la cría de su principal raza de ganado, la Asturiano de los Valles», explica González-Antón.
Esta nueva sentencia confirma que el Ayuntamiento de Mieres no puede seguir fomentando ni apoyando a los ganaderos de la raza asturiana de los valles en la comarca de Babia, ni en terrenos que tiene en propiedad ni en los que alquila, pues va en contra de la normativa española de régimen local, en concreto, los preceptos que fijan su ámbito territorial y sus competencias. Concluye que Mieres incurre en una triple incompetencia, al actuar fuera de su término municipal, al ejercer competencias ganaderas y al fomentar la ganadería, ya que no tiene esas competencias.
«La sentencia, además, desmonta uno a uno los argumentos esgrimidos por el Ayuntamiento de Mieres, en especial, el de que actúa en Babia como si fuera un propietario privado pues entiende que sus terrenos son bienes patrimoniales», explica el letrado.
Los presidentes de las juntas vecinales han celebrado esta sentencia entre la alegría y la tristeza. Alegres, porque por primera vez en 18 años se les da la razón, y tristes porque esta sentencia viene a poner de manifiesto la «dejadez» de las instituciones leoneses y de sus políticos por a la hora de solucionar este histórico conflicto.
«Solo se acuerdan de nosotros en las elecciones», apuntó Pedro Álvarez Barriada, pedáneo de Villargusán. Por su parte, el presidente de la Junta Vecinal de Pinos, Leando Hidalgo, reclamó a las administraciones que se salde la «histórica deuda con Babia» y se impulse un plan regional para el fomento de su ganadería y de sus razas autóctonas, como pude ser el caballo Hispano-Bretón, la Mantequera Leonesa o el Mastín Leonés.