Celadilla del Páramo recupera el «sí quiero» más tradicional con una boda antrueja por partida doble
A pesar de que el día amaneció muy frío, de nieve, con una amenazante lluvia, al final salió el sol para bendecir a las dos parejas que este sábado celebraron en Celadilla del Páramo su Boda Antrueja.
El evento llenó de felicidad y de tradición a este pequeño pueblo, que siguió al pie de la letra este ritual que desde el Ayuntamiento de Villadangos se ha documentado para poner en valor este tipo de ceremonias de principios del siglo XX.
No faltó la comitiva para ir a buscar a las novias, el canto del ramo, los guirrios y los toros, los caramelos y los confites, la carnavalada, las pastas, el mosto, la mistela, el cante y el baile y, como no, el banquete. Todo para traer del pasado una auténtica Boda Antrueja en la que, como en todas las bodas, no faltaron ni la alegría ni mucho menos el amor.