Mesa redonda | Industria en el Sur de León I, el sector agroalimentario
El sector agroalimentario reclama a los políticos que pisen el terreno para conocer los problemas reales
Afirman que la Agenda 2030 es un "bonito" objetivo imposible de cumplir con los plazos marcados
Avanza la mañana en el I Congreso sobre la Economía del Sur de León con una mesa redonda sobre la ‘Industria en el Sur de León I, el Sector Agroalimentario’, con la participación de Javier Martínez Santos, director técnico de Agromar Servicios Agrícolas, José Manuel Fernández, gerente de Bodegas Gordonzello, Julio Martín, director general de Prodeleco, y Alejandro Hidalgo, director de Expansión de Caja Rural.
Todos han coincidido en la distancia que separa a los políticos que implementan leyes con la realidad agrícola y ganadera, la imposibilidad de cumplir la Agenda 2030 a corto plazo o la falta de relevo generacional.
Así, Martín aseguró que “a cualquier político europeo le regalaría unas botas y les invitaría a pisar el campo para que conocieran los problemas reales. O no somos capaces de transmitir las necesidades reales o ellos no las quieren entender”.
Por su parte, el gerente de bodegas Gordonzello lamentó que “nuestro sector está hiperrregulado. Todo está muy difícil de gestionar. Y en comercialización también hemos entrado en momento de muchas dificultades. Hay como una manía por regular todo que, a veces, se impide hasta la creatividad”.
Situación distinta es la vive el sector de la patata que “no está regulado en toda Europa. No tiene ayudas”, señaló el director general de Prodeleco. Al mismo tiempo abundó que “los políticos deberían pisar más el campo y escuchar más al productor y ver cuáles son sus problemas reales”. También afirmó que “la burocracia es infinita. Pedimos que faciliten más las cosas, que sean menos restrictivos, siempre respetando la seguridad alimentaria. Pero que se respete en toda Europa y en países terceros”, subrayó
Desde Caja Rural también inciden en la necesidad de simplificar las tareas del agricultor y el ganadero. “Llevamos 30 años gestionando la PAC. Pero en vez de simplificar las cosas, se ha ido atascando todo mucho más. En lugar de darle coherencia, se le está dando más incoherencia. Cada vez hay menos explotaciones ganaderas porque han complicado todo tanto en un mundo como el campo que la gente tiene alergia a los papeles. Y eso está creando una gran desafección”.
En este sentido, el director técnico de Agromar aseguró que el cuaderno digital parece ser un instrumento “para que la administración pueda tener más control”.
Otro de los asuntos que se trató en la mesa de debate es la idea de caminar hacia una producción más sana, más ecológica, resumida en el eslogan ‘de la granja a la mesa’, que para Julio Martín, “como concepto teórico está muy bien. Lo que no está tan claro son los plazos en los que se quiere llegar a eso. No se puede cambiar de la noche a la mañana. Está muy bien de cara a la galería, vamos a producir más sano, pero el que lo tiene que producir no sabe cómo lo tiene que hacer. Tenemos que regular qué producimos y cómo lo producimos”. Y subrayó que “tenemos que exigir a los productos que llegan de fuera”.
En este sentido Alejandro Hidalgo afirmó que se están perdiendo los productos tradicionales. “Por ejemplo, el ganadero de ovino va desapareciendo. Por lo que veo que es incompatible con lo que los políticos dicen. Pasa lo mismo con la producción ecológica, porque ¿hay productos ecológicos para dar de comer a todo el mundo? El agricultor y ganadero de estas zonas cada vez lo tiene más complicado y las administraciones no lo ven o no lo quieren ver”.
José Manuel Fernández puso el ejemplo de su propia bodega donde “fuimos pioneros en cultivo ecológico en 1997. Pero cuando ya hemos hecho todo eso, te das cuenta que no puedes tener ecológico y no ecológico bajo un mismo CIF. Lo cual lleva a que alguien tenga que cambiar todo de la noche a la mañana. Y eso es imposible. Nosotros podríamos tener una parte de nuestra producción en ecológico, pero nos obligan a que sea toda. Y eso es imposible. Por lo tanto, hay una incongruencia entre lo que promueven y la realidad”.
Todos los ponentes destacaron el gran problema del relevo generacional a medio plazo. “Se puede vivir del campo, pero el relevo generacional es hacer la cuadratura del círculo. Cualquier joven que quiera vivir del campo solo es posible si se es hijo de agricultor por los costes que supone. Empezar de cero es imposible”.
El ello influye también “que las condiciones del campo no son compatibles con el estilo de vida actual donde los jóvenes demandan tiempos de ocio, servicios...”, señaló el gerente de Gordonzello, quien además aseguró que “la filosofía de ayudas es muy complicada. Yo mismo me veo incapaz de gestionar todas las ayudas que pone la administración. Ni siquiera la PAC la puede la gestionar un agricultor”.
Desde Prodeleco reiteran que “el agricultor joven que no ha heredado una explotación familiar es imposible que se dedique a la agricultura o la ganadería. Porque el coste que tiene arrancar es brutal. Las tierras, la maquinaria… Se nos reduce la producción rural y se nos reducen los productores. Habría que facilitar la calidad de vida en el medio rural. Una buena sanidad, un colegio próximo, una buena red de fibra óptica… También hay un problema de mano de obra”.
A todo ello hay que sumar “las administraciones cada vez ponen más pegas en todo. Desde hacer una nave hasta recibir una ayuda que llega dos años después”, señala Hidalgo, quien hizo hincapié en prestigiar el trabajo en el campo. “Nuestros padres han sufrido tanto que han intentado que sus hijos no se queden en el mundo agrario. Ahí se podían haber hecho más cosas, donde ser agricultor o ganadero sea tan digno como ser banquero o cualquier otra cosa”.
De todos modos, todos están de acuerdo no dar una visión catastrofista de la alimentación. “Yo creo que falta de alimentos no va a haber. El agricultor es capaz de producir de condiciones de resiliencia. Lo que sí habrá es menos variedad y a precios más caros”, asegura el resposable de Agromar.
Una idea en la abundó Fernández quien afirmó que “de vino no nos vamos quedar desabastecidos. España es un país exportador y con excedentes. Vino en España va a haber”. Pero recordó que el 55% de vino se produce en zonas como La Mancha “que no es un vino como el que aquí buscamos de calidad. Ese vino se vende a precios bajos”. Lo que destacó fue la necesidad de cerrar “la cadena de producción”; sólo así el vino puede ser viable. Pero muchas veces, el productor entrega el vino a una bodega y a veces tiene producir por debajo de coste. Hay que caminar hacia la calidad y unir la cadena desde el productor hasta la comercialización. Pero vino vamos a tener y bueno”.
Por su parte, Martín afirmó que uno de los productos que más incrementado el precio es la patata motivado por la falta de abastecimiento y producción en el norte de Europa por la climatología de los últimos años, tanto por la sequía como por el exceso de lluvias. Algo en lo que León juega con ventaja debido a sus inversiones en regadíos, por lo que “le espera un gran futuro. Pero en el norte de Europa dependen de las lluvias para poder tener producto. Este año, ha sido lo contrario. El exceso de lluvias hizo que muchas patatas se quedasen sin recoger. Nosotros ya llevamos dos años en que no damos abasto y por eso tenemos que traer patata de Egipto pata poder abastecer los mercados. Si tuviéramos patata aquí ni se nos pasaría por la cabeza traerla de Egipto”.
En cuanto a la escasez de alimentos “creo que el producto normal no va a tener problemas, pero producto artesano cada vez va a haber menos y va a ser más caro. Los lechazos tradicionales son posibles porque hay un pastor que sale con las ovejas con temperaturas bajo cero o con 40 grados. Y esos se venderán al precio que el consumidor esté dispuesto a pagarlos”.
Todos destacaron la importancia de las nuevas tecnologías, pero deben ir acompañadas de mano de obra cualificada que sea capaz de manejarlas.
Finalmente, resaltaron que la Agenda 2030 es un “bonito objetivo en el que todos estamos de acuerdo en sus objetivos”, pero es necesario ir más despacio porque es un plan imposible de aplicar de un día para otro. ·Hay que ir poco a poco".