Los vinos de la DO León abren la temporada de concursos con once medallas en Atlantic y Vinespaña
Pincerna, Gordonzello, El Sueño de las Alforjas y Vile La Finca consiguen cinco oros, tres platas y tres bronces para sus blancos de Albarín y rosados y tintos de Prieto Picudo
Cada vez es más frecuente escuchar expresiones como “los vinos atlánticos están de moda” o la más atrevida “vamos a probar un vino atlántico”. El fuerte tirón de esas convicciones llevó a la DOP Cangas de Narcea-Gustatio a organizar en esa zona de producción vitivinícola, que desde Asturias busca su expansión comercial, el Concurso Internacional de Vinos Atlánticos. En su referencia más abreviada Atlantic-2024 y en su tercera edición, este joven certamen cerró con un balance más que satisfactorio para la representación de la Denominación de Origen León, que fue la más premiada entre todas las representadas. Siete medallas —tres oros, una plata y tres bronces— fue la excelente cosecha de las tres bodegas amparadas en el Consejo Regulador que concurrieron a la convocatoria y cuyos vinos fueron evaluados por diecisiete sumilleres y expertos del sector vitivinícola que se reunieron en el claustro del Monasterio de Corias para deliberar durante tres sesiones de cata a ciegas.
Pincerna (Grajal de Campos), que consiguió dos oros para los Pincerna (tintos jóvenes) y Pincerna Sumiller (tintos madurados) y un bronce para otro de su Pincerna 2023 (rosados), fue la bodega leonesa más laureada. Gordonzello (Gordoncillo) acaparó las dos primeras posiciones en esa misma categoría de rosados con el Gurdos y el Peregrino. Por su parte, El Sueño de las Arforjas (Valdevimbre), con el Orpín, blanco de la variedad Albarín inscrito en la categoría de jóvenes, y Vile La Finca (también de Valdevimbre), con el crianza Vile La Finca, en este caso en el rango de tintos envejecidos, cerraron con sus terceros puestos la relación de distinciones para la Denominación de Origen León.
Esta tipología de vinos atlánticos adquiere cada año más fuerza y protagonismo entre los consumidores, sobre todo entre aquellos que sienten cierta curiosidad más allá de que les guste o no un vino. Es cierto que no es posible definir un vino atlántico sin considerar dos aspectos fundamentales como el clima y el origen geográfico, sin olvidar que estas variables van ligadas a una tercera: unas variedades específicas capaces de expresar lo mejor de sí al estar perfectamente adaptadas a ambos condicionantes. En esta tercera edición de Atlantic participaron vinos que representaron a 35 bodegas de 19 zonas vitivinícolas atlánticas: Arabako Txakolina (Álava), Barbanza e Iria (A Coruña), Bierzo (León), Bizkaiko Txakolina (Vizcaya), Cádiz (Cádiz), Cangas (Asturias), Costa de Cantabria (Cantabria), Douro (Portugal), Getariako Txakolina (Guipúzcoa), Jerez (Cádiz), León (León), Monterrei (Ourense), Muscadet Sevre et Maine (Loira, Francia), Rías Baixas (Pontevedra), Ribeira Sacra (Lugo y Ourense), Ribeiro (Ourense), Sainte-Foy (Burdeos, Francia), Valdeorras (Ourense) y Vinho Verde (Portugal).
Estos vinos compitieron en las nueve categorías del concurso: blanco joven, blanco madurado, blanco envejecido, tinto joven, tinto madurado, tinto envejecido, rosado, espumoso y generoso.
Vinespaña
La sexta edición del Concurso Nacional de Vinos Vinespaña, que este año se celebraró en Jumilla (Murcia), organizado por la Federación Española de Asociaciones de Enología, reunió en esta ocasión a medio millar de muestras entre las que se eligieron los mejores vinos del país. La bodega Gordonzello (Gordoncillo) dejó también en este caso la evidencia de su calidad de elaboración con cuatro medallas en representación de la Denominación de Origen León. El Peregrino Albarín en blancos y el Gurdos en rosados sumaron dos nuevos oros, mientras que el Peregrino Rosado conquistaba la plata, lo mismo que el crianza La Costana 2019, también de Prieto Picudo, en el rango de tintos tranquilos.
Estos premios para los vinos de las dos variedades de referencia para el Consejo Regulador vienen a demostrar, una vez más, el extraordinario potencial enólogico de las uvas de Albarín y Prieto Picudo.