Toral de los Guzmanes, a punto de perder el Museo del Botijo, de los más raros de España

Toral de los Guzmanes está a punto de perder el Museo del Botijo, uno de los más singulares de la provincia de León, que en el año 2000 entró en el Libro Guinness de los Récords al contar con sus 2.000 piezas con la colección más grande del mundo. El propietario la cedió al Ayuntamiento en el año 1999, pero ahora quiere venderla y pide 250.000 euros por ella, dinero que el consistorio no tiene. El alcalde ha pedido ayuda a la Junta de Castilla y León, que le ha dado buenas palabras, pero ninguna solución.

El Palacio de los Guzmanes de Toral de los Guzmanes esconde uno de los considerados museos más raros de España. Se trata del Museo del Botijo, que se ubica en el ala este de este edificio de tapial, una construcción única del siglo XIII, auténtica joya de la arquitectura tradicional.

El Museo del Botijo es uno de los grandes desconocidos de la provincia con una colección que entró a formar parte del Libro Guinness de los Récords en el año 2000 con 2.200 piezas, la mayor del mundo. Hoy ampliada a cerca de 4.000, muchas guardadas en cajas por falta de espacio.

La colección es propiedad del riojano Jesús Gil Gibernau que se la cedió al Ayuntamiento de forma desinteresada para crear el museo. Las donaciones posteriores de otros particulares (unas 2.000 piezas) también pasan a propiedad de Gil Gibernau, según figura en el convenio firmado en su momento.

Han pasado 25 años y la situación ha dado un giro en los últimos meses. Según explica el alcalde, Miguel Ángel Fernández, el propietario quiere vender la colección «y la ha tasado en 250.000 euros, a pagar en tres años. El Ayuntamiento no tiene presupuesto para hacer frente a esa compra. Es inasumible».

Ante esta tesitura el regidor se reunió el pasado mes de septiembre con la viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho. «Nos dijo que le parecía genial que le museo se quedase en Toral. Y quedó en buscar una solución», afirma Fernández. En esa reunión, añade, «también se habló de patrimonio relacionado con el edificio, para intentar cerrar el corredor». Pero, «a día de hoy no hemos tenido ningún tipo de respuesta».

En un intento casi desesperado de encontrar una solución, el pasado lunes, 4 de marzo, aprovechando la presencia en Astorga del Consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, el alcalde pudo hablar con él para trasladarle que «si no había un compromiso por parte de la Junta el museo de iba para Logroño».

El regidor sigue esperando respuesta y lamenta la «pérdida que ello supondría en materia de cultura y turismo para Toral de los Guzmanes y para toda esta zona del sur de la provincia de León».

Sin ir más lejos, para los días 10, 16 y 17 de marzo había concertadas las visitas de tres autocares. «Ello contribuye con la economía de la zona, especialmente para los establecimientos hosteleros ya que la gente que viene en algún sitio tiene que comer, consume. En la propia planta baja del Palacio de los Guzmanes hay un bar con restaurante que, de cerrarse el museo, se vería muy afectado y su viabilidad sería muy complicada», asegura Fernández.

El alcalde afirma que «es una pena que un museo como éste, único en el mundo, se marche de esta localidad por falta de apoyo institucional. Luego se nos llena la boca diciendo que apoyamos al mundo rural».

Fernández, del Partido Popular y en su día Diputado Provincial de Cultura, tiene claro que la Junta «puede ayudar, por ejemplo comprando la colección. Otra posibilidad es que sea el Museo Etnográfico de Castilla y León, con sede en Zamora y dependiente directamente de la Junta, sea el que la adquiera con el compromiso de que se quede aquí, en Toral, en un edificio singular de tapial del siglo XIII como el Palacio que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC). De esta posibilidad nos habló la propia viceconsejera, Mar Sancho, en el mes de septiembre, pero no hemos vuelto a saber nada más».

La solución debe ser inminente porque en los próximos días el alcalde ha quedado en reunirse con el propietario de la colección para darle una respuesta. De lo contrario se la llevará a tierras riojanas.