Realojan a una familia tras caerse una casa en el casco histórico de Valderas

El Ayuntamiento se ha visto obligado a realojar a una familia tras venirse abajo una casa en pleno casco histórico de Valderas. Otras tres viviendas también se han visto seriamente afectadas. En una de ellas era, precisamente, donde vivía la familia que tuvo que ser desalojada.

Los hechos ocurrieron la noche del lunes al martes, cuando hacia las dos de la madrugada los vecinos de la plaza Mayor oyeron un gran estruendo. En un primer momento no vieron nada ya que las fachadas prácticamente quedaron intactas. Pero al ir a la parte trasera, a la travesía de los Miradores, vieron que una de las viviendas se había derrumbado. Afortunadamente nadie vivía en ella.

Inmediatamente uno de los vecinos avisó al 112 que envió a la Guardia Civil y a una dotación de los bomberos del Sepeis de la Diputación con base en Valencia de Don Juan. También acudió rápidamente el alcalde, Pedro Guerra, y un operario municipal.

Tras comprobar que no había daños personales, acordonaron la zona.

Enseguida de dieron cuenta que otras tres viviendas colindantes estaban seriamente afectadas. En una de ellas vivía una familia formada por un matrimonio de avanzada edad, un hijo y una hija, que fueron realojados por el Ayuntamiento.

Aunque se desconocen las causas exactas del derrumbe, todo parece indicar que se debe a la humedad y a que la zona está prácticamente hueca en el subsuelo por la numerosas bodegas existentes. La casa caída era principalmente de tierra (adobe y tapial) y madera.

Los escombros cayeron sobre la mencionada calle Travesía de los Miradores, provocando un inmenso socavón.

También afectó a las conducciones de agua que transcurren por la zona, dejando a varias viviendas sin servicio, que el Ayuntamiento se afanaba durante la jornada del martes de restablecer.

Se da la circunstancia que hace apenas tres meses, el 8 de diciembre, se vino abajo otra casa en una zona próxima.

Todo el casco histórico de Valderas está declarado Bien de Interés Cultural desde el año 2008. La mayor parte de las viviendas son de propiedad particular y de gran antigüedad, muchas deshabitadas, lo que conlleva que no estén en buen estado de conservación. Si a ello se suma la existencia de la bodegas bajo sus cimientos, hace que el cóctel sea fatal.

El Ayuntamiento ya avisó a la Diputación para que le envíe un técnico para evaluar los daños, al carecer del mismo. Además, la Comisión de Patrimonio de la Junta dictará cómo actuar.