La FOP recuperará 180 hectáreas de castaños para mejorar el hábitat del oso
El proyecto, que en León implica al Alto Sil, tiene un presupuesto de dos millones de euros
La Fundación Oso Pardo lidera un proyecto para la recuperación y expansión de los castañares tradicionales de fruto, que sufren un importante proceso de abandono, en áreas oseras de Asturias, Cantabria y Castilla y León que contribuirá a la conservación de una especie que suma unos 370 ejemplares en la Cordillera Cantábrica.
Los castañares bien conservados y gestionados producen fruto de manera más constante que los robledales y los hayedos, por lo que se trata de un alimento seguro, nutritivo y energético para la dieta del plantígrado.
Además, el castaño tiene un carácter termófilo y es un árbol resiliente al cambio climático, de manera que jugará un importante papel en el futuro del oso pardo como fuente de alimento estable, han explicado los responsable del proyecto.
La iniciativa, que cuenta con un presupuesto de dos millones de euros procedentes de fondos europeos y se ejecutará hasta finales de 2025, tiene como objetivo recuperar 108 hectáreas de estos bosques en dieciocho municipios de la zona central y occidental del Principado, del Alto Sil, en los municipios de Páramo del Sil, Palacios del Sil y Villablino, y de la comarca del Liébana, en la comunidad cántabra.
Además, se plantarán 12.000 árboles injertados con variedades tradicionales y locales, algunas en alto riesgo de desaparición, ha explicado el presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, contribuirá a la creación de empleo verde y dinamizará las economías locales para lo que se formará a trabajadores sobre la gestión y manejo del castaño, la lucha contra plagas y enfermedades y los procesos y canales de comercialización.
«Hay que poner en valor un recurso que ahora está abandonado, pero, entre todos, hay que conseguir que vuelva a producir», ha apuntado Palomero en la presentación de una iniciativa que cuenta como socios con la Universidad de Oviedo, SEO/Birf Life, la Fundación Oso de Asturias y la Fundación Camino Lebaniego.
El delegado de SEO/Bird Life en Asturias, Nicolás López, ha explicado que también se analizará la evolución de las poblaciones de aves tanto en los castañares abandonados como en aquellos que están manejados.
«Un buen estado de los castañares hará que tengamos unas comunidades de aves también bien conservadas», ha destacado al respecto.
Por su parte, el profesor de Biología de la Universidad de Oviedo Pedro Álvarez ha recalcado que el proyecto debe servir de «punto de inflexión» para las administraciones públicas porque estos árboles se encuentran en una situación «límite» y si no se ponen en marcha actuaciones algunas masas podrían desaparecer en uno periodo de cinco o diez años