Toral ya lleva recogidas más de 500 firmas para ‘salvar’ el Museo del Botijo

El Ayuntamiento de Toral de los Guzmanes ya lleva recogida más de 500 firmas para reclamar que el Museo del Botijo Español se quede en la localidad, después de que el propietario de la colección, Jesús Gil Gibernau, anunciase que quiere vender la misma, que en un principio ha tasado en 250.000 euros. Una cantidad inasumible para el consistorio.

El propio alcalde, Miguel Ángel Fernández, ya se reunió hace meses con la viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, para recabar el apoyo de la Junta e intentar buscar una solución.

Desde que la noticia se publicase en estas mismas páginas del Diario de León, el pasado 12 de marzo, mucho han cambiado las cosas, según manifiesta el regidor. «Han aumentado mucho las visitas», dice. Además, otros pueblos de la comarca como Villademor de la Vega o Algadefe se han sumado también a la recogida de firmas. «Hasta el propietario, Jesús Gil Gibernau, está recogiendo firmas en La Rioja», dice Fernández.

Parece, pues, que la solución está más cercana que nunca. Tanto es así que el propio alcalde, el propietario y la viceconsejera de Cultura se reunirán el próximo 9 de mayo en Toral. «Yo estoy convencido de que en esa reunión va a quedar solucionado para el Museo del Botijo Español se quede en Toral de los Guzmanes», afirma el regidor.

El Museo del Botijo, ubicado desde 1999 en el ala este del Palacio del los Guzmanes, un edificio de tapial del siglo XIII, es uno de los grandes desconocidos de la provincia con una colección que entró a formar parte del Libro Guinness de los Récords en el año 2000 con 2.200 piezas, la mayor del mundo. Hoy ampliada a cerca de 4.000, muchas guardadas en cajas por falta de espacio.

La colección es propiedad del riojano Jesús Gil Gibernau que se la cedió al Ayuntamiento de forma desinteresada para crear el museo. Las donaciones posteriores de otros particulares (unas 2.000 piezas) también pasan a propiedad de Gil Gibernau, según figura en el convenio firmado en su momento.

Se trata de uno de los considerados museos más raros de España.

Tal es el convencimiento de que en la reunión del próximo día 9 de mayo que el Ayuntamiento ya ha hecho su trabajo como si así fuera y hoy mismo comenzará a trabajar un técnico de Turismo para los próximos seis meses que, aparte de realizar otras tareas, será el encargado de mostrar y promocionar el museo. Se trata de Fernando Barrientos, un gran conocedor del patrimonio de la zona que ya ha trabajado para el Ayuntamiento de Valencia de Don Juan y para el de Gordoncillo.

Según señaló el alcalde, en el caso de que el día 9 se llegue a una solución y el Museo del Botijo se quede definitivamente en Toral de los Guzmanes, «tendremos que plantearnos sacar la plaza del Técnico de Turismo de manera definitiva, porque no podemos andar cambiando de persona cada seis meses. Eso no es bueno ni operativo ni para la propia persona ni para Toral».