Una flor símbolo de lucha: capilotes para las aguas de Riaño
Los mozos y mozas celebraron una vez más la fiestas con la que cada año quiere recordar a los pueblos que fueron anegados por el pantano
Riaño celebró este sábado la XVI fiesta del Capilote que organizan los mozos y mozas de Riaño y que se inició a primera hora de la mañana con la recogida de capilotes, una flor que significa la lucha de una montaña contra los derribos a raíz de la construcción de la presa del Riaño.
En esta edición la asociación «Riaño vivo», hizo un llamamiento para manifestarse de nuevo, rindiendo homenaje al rico pasado anegado de los antiguos pueblos y su cultura, destruidos y abnegados en las aguas del pantano hace 37 años. «Un sencillo gesto en este señalado y simbólico Día del Capilote. La idea ha sido, que todos los mozos del pueblo y pueblos, y quienes quisieron, por supuesto, caminaron en procesión hasta el viaducto con unas pocas flores del valle en la mano, y al llegar, fueron arrojardas sobre las aguas del pantano, en un gesto, tan sentido, como lleno de significado»., según Alfonso González Matorra presidentes de esta asociación. El acto contó el escritor Ramiro Pinto y Javier Martínez quienes estuvieron en las luchas para recuperar los pueblos de esta montaña. González, Pinto y Martínez con sus madreñas, boina y el caldero lleno de capilotes encabezaron el desfile hasta la llegada a la mitad el viaducto de Riaño, concretamente en el séptimo pilar, donde se arrogaron cientos de capilotes.
Recordaron que esta ha sido una iniciativa especial «para todos los riañeses, porteños, pedrosillanos, ancileños, escarinos, salienses, buroneses, holdenses, montañeses de toda índole; y también, para todas aquellas personas que sienten que han perdido algo importante bajo esas aguas. Lejos de cuestiones materiales. Somos los del caldero».
A primera hora de la mañana tras la elaboración de ramos de capilote un venta de camisetas se celebró un concurso de tortillas y juegos infantiles tradicionales para continuar con una misa cantada por el coro Adolfo Tostón. Previo a la comida popular la gente pudo disfrutar de un baile vermouth y una masterclass de zumba. La tarde se inició con un concurso de tute, pasacalles con charanga «Manía». lo que dio paso al concierto con Trío Fusión y Discomóvil y un concurso de baile.