Hospital de Órbigo ha salido una vez más victoriosa de sus Justas Medievales. La edición de este año ha sido un éxito total de público, que ha abarrotado las inmediaciones del Paso Honroso para vivir la emoción de una auténtica batalla del medievo, la que en el siglo XV catapultó a la gloria al caballero leonés Don Suero de Quiñones, protagonista junto a sus nueve acompañantes de una de las hazañas más recordadas a lo largo de los siglos y que tiene como trasfondo el profundo a que amor que el noble procesaba por su amada, Leonor de Tovar.
Hasta el palenque llegó el cortejo encabezado por el rey Juan II de Castilla y la reina Isabel II de Portugal, junto a las damas y los caballeros. Allí, al igual que ocurrió en 1434, don Suero de Quiñones revivió la hazaña de romper 300 lanzas contra todos los que quisieran cruzar el paso.
El noble leonés, que llevaba al cuello una argolla y había hecho voto de ayuno los jueves en señal de amor por su dama, había pedido al rey Juan II en Medina del Campo establecerse como mantenedor del paso del Órbigo y retar a todo aquel que quisiera cruzar para librarse de su esclavitud.
Finalmente, don Suero se proclamó ganador, aunque sin alcanzar las 300 lanzas, y el caballero obtuvo el amor de Leonor de Trovar, en el que, desde entonces, se convirtió en el Passo Honroso.
Tras la batalla, el alcalde de Hospital de Órbigo, Enrique Busto, se mostró un año más—y ya van 28— agradecido y encantado por las miles de personas que se han acercado a esta «humilde» localidad a disfrutar de esta fiesta «tal bonita y especial», y que está declarada de Interés Turístico Regional. Según datos oficiales, han sido cerca de 35.000 las personas que durante el fin de semana han pasado por Hospital de Órbigo para disfrutar de amplio programa de actos, en los que la procesión de las antorchas del sábado y la batalla de ayer por la tarde, fueron los actos más concurridos, con cerca de diez mil visitantes cada año. El alcalde quiso agradecer el trabajo de vecinos, hosteleros y voluntarios para que todo saliera «perfecto», ya también de los cuerpos y fuerzas del Estado, en especial de la Guardia Civil, ya que «en eventos con tanta gente nos hemos sentido protegidos en todo momento».
Durante la fiesta, el regidor estuvo acompañado por representantes de la Festa da Istoria de Ribadavia, de, nombrados Mantenedor de las Justas en esta edición por su «especial» vínculo entre ambas entidades forjado un año antes del inicio de las Justas de 1997.
Su presidente, Miguel García, aseguró que «Hospital de Órbigo supo desde el primer momento entender la esencia de lo que son las fiestas de recreación, que es hacerlas únicas y que no sean copia, y así lo hizo, por eso tienen unas Justas de tan alto nivel y que son ya una de las más importantes de España».