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EMPRENDIMIENTO Y FORMACIÓN 

"El emprendimiento está ahora en agroalimentación y recursos naturales"

La Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal ofrece "formación versátil y completa" para estimular el emprendimiento; el GAL Poeda ha estimulado la creación y sostén de 400 puestos de trabajo en el sur de León y Pilar Madrigal, con su pastelería 'A punto de nieve', en La Pola de Gordón, es un caso de éxito en tierra minera sin mina y ya tiene la marca Reserva de la Biosfera

Pilar Madrigal, María Carnero, Piedad Campelo y Javier Juanes.RAMIRO

León

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León crece como territorio emprendedor y refuerza la formación para fortalecer este sector en auge. La última mesa del IV de Agrolimentación de Diario de León, moderada por la periodista María Carnero, ha ahondado en las iniciativas que lleva a cabo la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal de la Universidad de León, el Grupo de Acción Local Poeda y ha puesto el broche con la experiencia de una emprendedora en una tierra minera sin mina.

Piedad Campelo, subdirectora de la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal de la Universidad de León, coordinadora de las prácticas en empresa vinculada a asignatura de economía, presentó la experiencia con la que acercan a los estudiantes al mundo del emprendimiento. “La formación es muy completa y versátil, medios de producción (ingeniería rural), mantenimiento de espacios verdes e ingeniería agroalimentaria”, apuntó, de modo que el alumnado egresado sale preparado para “trabajar en cualquier ámbito”.

El impulso que GAL Poeda ha dado al emprendimiento rural en el sur de León ha cuajado en la creación y/o mantenimiento de alrededor de 400 puestos de trabajo en este área de 2.000 kilómetros cuadrados y 60.000 habitantes, como resaltó el gerente de la entidad, Javier Juanes.

Pilar Madrigal, dueña de la pastelería A punto de nieve en La Pola de Gordón, puso la guinda con su experiencia emprendedora. Una aventura vital al cambiar de la ciudad al medio rural que echó a andar en septiembre de 2023 tras formarse en el centro Saper, “una de las mejores escuelas de pastelería que existen”, recalcó (el padre de su dueño fue el inventor de las famosas rosquillas de San Froilán). Ella no se ha quedado atrás y en tan poco tiempo ya ha sacado al mercado la tarta Fontañán, con señas de identidad de la Montaña Central.

Pilar eligió el mundo rural porque “tengo una niña pequeña” y buscaba conciliación y poder organizar su tiempo, algo muy difícil en su rama profesional puesto que los obradores empiezan el trabajo muy temprano.

La formación se planteó como uno de los ejes del emprendimiento. Después de diez años impartiendo los talleres en la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal, su subdirectora señaló que se han llevado muchas sorpresas. “Al principio de los talleres aproximadamente un 25% de los alumnos no se ven como emprendedores y al finalizar, tan solo el 8-9%”, recalcó.

El impacto ha sido positivo, algunas ideas de negocio ya están en marcha. Campelo puso el ejemplo de una alumna de máster de Cantabria que con su pareja y un grupo de ganaderos está iniciando su negocio, amparada por Grupo de Acción Local de su comarca. “Esta iniciativa aunque de dinámicas cortas es útil para su futuro profesional. En el medio rural tenemos que ser piña en estas iniciativas para detectar la bombilla del emprendedor”, puntualizó.

Sin embargo, no es suficiente. “Desde hace una década se observa descenso en el número de titulados que se ofrecen en el espacio nacional. Se desconoce qué hace el ingeniero agrónomo y las cosas que se demandan en el medio rural”, agregó.

En la misma línea se manifestó Javier Juanes. “La zona de Poeda es una zona agraria muy dinámica que ofrece trabajo en cultivos, vid o campo medioambiental. Otra cosa es que se quiera trabajar, que encuentren que el mundo rural es atractivo. Los jóvenes tienen un problema de encaje en el mundo laboral, no solo en el agro y el empresario se ve con las manos atadas”.

“No encuentro gente”, es la frase que más ha oído con motivo de la presentación del plan 2023-2027 de los nuevos fondos Leader. “Hay una asimetría tremenda entre empleo y empleador. Hay que acercar esos dos campos”, subrayó.

Pilar Madrigal señaló la necesidad de que crezca el emprendimiento “en el mundo rural para que los pueblos sigan adelante, que no se pierdan. Un pueblo con servicios mínimos es un pueblo con vida”. En su caso, ha coincidido la formación y la idea empresarial que quería sacar adelante con su deseo de vivir en el pueblo.

Se ha decantado por una pastelería artesanal en un momento en que el oficio se pierde por la irrupción de las grandes industrias. Emprender en una zona minera sin minas después de 120 años de una cultura supone que hay que “romper estereotipos”. Pilar ha encontrado en el GAL Cuatro Valles, la asociación de directivos y empresarios Secot el apoyo y acompañamiento para lanzarse.

La fórmula de A punto de nieve es “tener una buena idea, llevarla a cabo y rodearte de gente que sepa. Diferenciarte del resto. Pastelerías hay muchas, pero como la mía ninguna”. Pilar Madrigal puede presumir de productos únicos con la marca Reservas de la Biosfera que le ha concedido el Gobierno, `porque el 80% de las materias primas provienen de la Reserva Biosfera de Omaña y Luna y de Alto Bernesga. “Son productos como la miel de kilómetro cero y nos retroalimentamos los unos de los otros”, destacó. Además, “el impacto en tu cuerpo de comer un pastel con una buena materia prima es distinto”, señaló.

“Números, ideas claras y acompañamiento imprescindible para aprender. Necesitamos la chispa del emprendedor, pero no todo el mundo”, son los requisitos imprescindibles que desde la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal de la Universidad de León se inculca al alumnado de 2º curso en el que ofrecen los talleres. Piedad Campelo que su experiencia les ha mostrado que “emprendedor se nace y se hace. Coexisten las dos versiones”.

En el Grupo de Acción Local de Poeda se ha visto una evolución del emprendimieno del turismo y la hostelería al sector de la agroalimentación, con empresas que ya tienen hasta tres décadas de andadura a las que hay que cuidar para que sigan adelante. “Si ahora mismo cualquier egresado de la universidad quiere encontrar empleo en el mundo rural, lo encontrará”, recalcó Javier Juanes.

El gerente de Poeda indicó la gente que llega en busca de apoyo, “ya tiene una idea más o menos clara de negocio. A partir de ahí se intenta llegar hasta donde se puede. El emprendedor no tiene que depender solamente de las subvenciones”. Una idea que refrendó Pilar Madrigal con su propia experiencia: “He recibido una ayuda de Cuatro Valles de un Leader, pero es mejor no depender de ello y cuando te llegue es un colchón para imprevistos”, señaló. “Para emprender recomiendo montar una empresa con número. Tiene que ser viable, no; rentable”, advirtió la fundadora de ‘A punto de nieve’

Pilar Campelo destacó también el papel dinamizador de la Universidad de León que ha creado un vivero de empresas. Además, el 50% del alumnado egresado de la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal encuentra trabajo a los tres meses de titularse.

“No hay un manual para emprender y muchas veces se necesita de ese asesoramiento o acompañamiento”, apostilló Juanes. Desde el GAL Poeda tienen claro que los sectores potentes para emprender en León actualmente son “agroalimentación y recursos naturales”.