Ningún pueblo de León sin bar
La Junta concederá un importe máximo de 3.000 euros por cada establecimiento, al que se obliga a abrir cinco días a la semana, cinco horas diarias, y debe incluir sábados, domingos y festivos
Editorial: Vida activa para los pueblos
La Consejería de la Presidencia convocó una nueva línea de subvenciones para que los municipios con población inferior a 200 habitantes puedan mantener sus bares, centros de ocio y convivencia, una iniciativa para la que el Gobierno autonómico destina la cantidad de tres millones de euros, con posibilidad de ampliar a cinco millones. La línea, que fue publicada hoy en el Boletín Oficial de Castilla y León, fue presentada hoy por el consejero del ramo, Luis Miguel González Gago, en una visita al centro cultural de la pedanía de La Santa Espina (Valladolid), que en principio cumpliría los requisitos.
El consejero señaló que podrán solicitar las subvenciones los municipios con población inferior o igual a 200 habitantes o aquellos que, con independencia de su población, sean entidades locales menores o el núcleo que sea capitalidad del municipio tenga una población inferior o igual de 200 habitantes.
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La orden especifica que consideran centros de ocio y convivencia aquellos establecimientos de titularidad pública o privada destinados a satisfacer las necesidades de recreo, esparcimiento y relación social entre los vecinos y demás ciudadanos, tales como, bares, cafeterías, restaurantes y otros similares. Están excluidos aquellos establecimientos que no estén ubicados en inmuebles, como quioscos, casetas, carpas u otras dependencias que se instalan de forma ocasional.
Las ayudas convocadas podrán financiar gastos corrientes vinculados al mantenimiento y funcionamiento de los centros de ocio y convivencia producidos entre el 1 de junio de 2023 hasta 31 de mayo de 2024, como suministros generales de agua, electricidad, gas y combustibles para la calefacción y agua caliente sanitaria, así como cuotas por los servicios de internet, televisión o plataformas audiovisuales. Las subvenciones se concederán al cien por cien del gasto corriente subvencionado con un importe máximo de 3.000 euros por cada centro de ocio o convivencia. El último día para la presentación de las solicitudes será el 15 de julio de 2024.
González Gago acudió al centro cultural de la Santa Espina, convertido en bar, que fue inaugurado por Fernando Ledesma Bartret el 9 de mayo de 1987, cuando era ministro de Justicia. “Hemos querido ejemplificar esta presentación en el local de un pequeño municipio. Un sitio especial para una línea de ayudas muy especial”, dijo. También apuntó que nace con la idea de “ser estable y permanente en el tiempo” tras este primer año de convocatoria, y que los establecimientos podrán solicitarla en años consecutivos.
El consejero aludió al Estatuto de Autonomía para recordar que dentro de los principios rectores de las políticas públicas se encuentra que las administraciones “acometan las medidas para garantizar el derecho ciudadano de que cada uno viva donde lo desee”, así como medidas para “fijar población y dotarla de infraestructuras y servicios”. De hecho, la propia ley de Medidas de Acompañamiento de 2024 contempla “expresamente” la posibilidad de las administraciones públicas de “crear ayudas que tiendan a fomentar actividades que tengan una función social para los vecinos de los pueblos”.
Carácter social
En este sentido, el consejero subrayó que estos establecimientos “cumplen un servicio de carácter social, donde todos los ciudadanos se juntan, charlan, conversan, tienen sus ratos de ocio y de convivencia ciudadana en este entorno”. Pero también, continuó, “cumple una función asistencial, porque evita la soledad no deseada y la desintegración social y permite detectar problemas de salud, desamparo y vulnerabilidad social, ya que si un día falta alguien” salta una alarma. “Queremos que los pequeños pueblos no solo cuenten con los servicios públicos, sino con establecimientos que les permita tener más vida”, defendió.
Actualmente, Castilla y León cuenta con 3.260 localidades (ayuntamientos o pedanías) que tienen menos de 200 habitantes y que serían susceptibles de pedir la ayuda. En todo caso, sostuvo González Gago, “tendrán preferencia” los de menos de 100 personas, unas 2.500 localidades, “siempre que cumplan los requisitos”. A partir de ahí, en cada uno de esos tramos se valorará el orden de presentación.
Requisitos
Entre los requisitos, se exige que en el pueblo “haya solo un establecimiento”, ya que si hay dos o más no se podrá recibir, con el fin de “no interferir en la libre competencia”. Además, se pide que abra al menos cinco días a la semana y cinco horas al día, contando siempre con fines de semana y festivos, y con la exclusión de vacaciones.
Con este montante se prevé abonar los suministros generales como la luz, el agua, el gas, el material combustible de calefacción o plataformas televisivas. Se trata de gastos que se hayan producido en el último año de la convocatoria, desde el 1 junio de 2023 al 31 de mayo de 2024. Se presenta por el Ayuntamiento, y si se trata de un empresario privado, éste será el beneficiario último.
Por último, González Gago expuso que “es importante que los pueblos cuenten con infraestructuras y servicios públicos, pero sin perder de vista el ámbito humano y de convivencia”. “El bar del pueblo es el lugar donde todo sucede”, reflexionó el consejero, quien matizó que el establecimiento que abra en próximas fechas entrará en la convocatoria del año que viene, porque “se cubren los pagos ya realizados”, con lo que es tanto para los establecimientos ya abiertos y para nuevos.
Acompañó al consejero el alcalde pedáneo de La Santa Espina, Luis Miguel Puerta, localidad que cuenta con un censo de 75 habitantes, en el municipio de Castromonte, y que a priori cumple los requisitos de población. “Efectivamente, el bar es donde sucede todo, es un centro de unión donde todo pasa, donde todo se negocia, centro de actividad social, jóvenes, menos jóvenes…”, parafraseó Puerta al consejero.
Expuso que presta una “importante labor social”, pues si la farmacéutica “deja medicinas y no está la persona en casa, las trae aquí, o si hay un recado que dar a alguien, aquí se queda todo”. “No cabe duda de que la convocatoria tendrá mucha aceptación y que dure en el tiempo para mantenerla”, deseó Puerta, quien consideró que quienes “más lo valoran son los que no lo tienen”.