Los ganaderos denuncian en un vídeo viral la crudeza de convivir con el oso y el lobo
Miembros de la asociación Agrygal realizan una grabación para concienciar y mostrar la realidad de los ataques al ganado
Editorial: Un poco de talante con el lobo
Un grupo de agricultores y ganaderos de León y Valladolid, pertenecientes a la asociación Agrygal, denuncian a través de un vídeo la desgarradora crudeza de convivir a diario con el oso y el lobo.
El video comienza con unas imágenes acompañadas por las frases «Amamos los animales. Amamos la naturaleza, pero ¿quién nos protege?» Y tras ello, comienzan a salir imágenes de animales heridos o muertos que han sido atacados por el lobo y el oso, en distintos puntos de la geografía castellana y leonesa. Para cerrar el video, aparecen las imágenes de un lobo paseando por unas praderas y tras ello se preguntan «¿Cómo preservamos nuestra seguridad y la de nuestros ganados?».
Según explicaron estos trabajadores, el video trata de mostrar «la realidad de lo que está pasando en el campo con la fauna salvaje» y pretenden dar a conocer a la población uno de sus problemas dentro del campo. «No estamos en contra del lobo ni del oso, ni pretendemos extinguirlos», matizan, a la vez que recuerdan que «estamos en contra de la mala gestión que hace la administración de la población salvaje», por lo que piden «un control de población de las especies salvajes». Y es que consideran que «hay más lobos y osos de lo que la gente piensa».
El video en cuestión también quiere mostrar una doble cara, por una lado los daños económicos de los ataques de los animales salvajes a las reses y, por otra lado, la parte afectiva, el vínculo que crea cualquier ganadero con sus animales.
Respecto a los daños económicos, consideran que son elevados, y es que «te gastas un dinero en ellos para luego perderlo, porque no pagan lo que realmente vale el animal», y ponen como ejemplo el ataque que sufrieron unas ovejas que habían sido inseminadas hacía poco tiempo antes. «Dinero que perdió el trabajador». Y otras veces hay reses que aunque no fueron directamente ellas las víctimas del ataque de un animal «sufren estrés y pierden la cría que llevan dentro». Y para ayudar a los ganaderos en su labor diaria, deben tener perros mastines. «Otro gasto más que asumen estos trabajadores».
Si bien, esta situación no son solo cifras económicas, «esto va más allá, es la parte afectiva», ya que «es tu ganado, quieres que esté lo mejor posible, y se crea un vínculo», y al ver este tipo de situaciones «te afecta a nivel emocional, afecta a la salud y algunos llegan a desesperarse».
Un video que según los agricultores y ganaderos quieren mostrar para que la «gente despierte y vean imágenes crudas de lo que está pasando». Y es que la fauna salvaje no sólo se pasea por los montes sino que también en los núcleos urbanos de los pueblos, lo que genera en los vecinos «cierto miedo» e incluso estos trabajadores temen que no sólo sean daños a animales sino que lleguen a ser daños humanos.