Treinta años de Fiesta de la Trashumancia en Prioro
Las merinas marcan la tradición
La jornada contó con siega, lucha leonesa, concurso de mastines y la degustación de comida pastoril
Más de un millar de personas se dieron cita este sábado en la Fiesta de la Trashumancia de Prioro, que este año llegaba a su trigésima edición y el Ayuntamiento lquiso celebrarlo con un cartel que fue sido realizado por los niños del colegio.
Los actos se iniciaron con el tradicional corro de lucha de base y el concurso de mastín leonés que acogió buenos ejemplares de la comarca y la provincia.
Una de las actividades que más llama la atención es el concurso de siega con guadaña, que en esta edición contó con nueve participantes. Tuvieron se segar un marayo de unos cincuenta metros de largo y una anchara suficiente para hacer un recorrido de ida y vuelta. El más rápido fue Felipe Pablos de Taranilla, seguido de José María del Cojo de Los Espejos de la Reina, mientras que el tercer lugar lo ocupó Evaristo Pablos. Destacar en esta edición la presencia de la primera mujer, Miriam Pérez, y de Francisco Fuertes que con 90 años dio una lección al público asistente de estilo de siega y de afilado de la guadaña.
Tras este concurso de la siega llegó el momento de recibir el rebaño de ovejas procedentes de Extremadura. Hizo la entrada en el recinto ferial un par de centenares ya que se trataba de que la gente conociese y viviese este momento acompañados de varios pendones.
La comida pastoril congregó a varios centenares de personas en el polideportivo, acompañados con la música de ‘Viento del Sullar’. Por la tarde hubo juegos infantiles y una charla sobre trashumancia a cargo de la Fundación Monte Mediterráneo. La jornada en Prioro finalizó con la celebración del baile de la rosca y la degustación de chocolate. A media noche la fiesta continuó en el pueblo de Tejerina con la celebración de San Pedro.
El alcalde de Prioro, Manuel Fernández, destacó el trabajo que se realiza por la gente que colabora en esta festividad, lo ha hecho que se haya podido llegar a la 30 edición. «Es un esfuerzo del Ayuntamiento y vecinos para hacer una fiesta muy acogedora y que permite que las nuevas generaciones conozcan muchas tradiciones de esta montaña», dijo.