La cosecha de cereal de invierno crece un 30% pese a la fuerte caída de la superficie
El buen tiempo acompaña al campo leonés para alcanzar las 286.000 toneladas, con un rendimiento superior a 2023
La cosecha del cereal de invierno repuntará esta temporada en León hasta alcanzar las 286.658 toneladas, según las estimaciones facilitadas ayer por la Consejería de Agricultura de la Junta. Se trata de un incremento de algo más de un 30 por ciento respecto a la campaña de 2023 que precisamente registró un 30% de caída sobre la de 2022. Estamos pues ante una temporada de recuperación del campo leonés, pese a la considerable reducción en la superficie cultivada, con 14.000 hectáreas menos, con especial incidencia en el trigo, pero con caída en todos los cultivos salvo el centeno, que se incrementa en 4.000 hectáreas y el triticale, que aumenta ligeramente.
Además los rendimiento también aumentan debido a las buenas condiciones meteorológicas de una campaña que ha espantado el fantasma de la sequía sobre el campo leonés.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, fue el encargado de presentar este lunes las estimaciones en compañía de los líderes de los principales sindicatos agrarios de Castilla y León.
El responsable de Agricultura comentó que la semana pasada le trasladó al ministro de Agricultura en la Sectorial «la necesidad de cambiar la estrategia de seguros agrarios para que de alguna forma se universalice y de verdad el sector haga seguros». Pero también que «haya algún tipo de freno de emergencia o alguna política arancelaria para limitar la entrada de cereales de terceros países o en el caso de que tengan que entrar, como es el caso de Ucrania, en el que podamos pedir ese fondo de crisis para ayudar a nuestro sector y también que estudie políticas fiscales, un año como este, acordes a la necesidad del sector, ya que los impulsos se han mantenido muy altos, pues que de alguna forma siga compensando y gasóleo como ha venido haciendo estos años atrás de la crisis», indicó Gerardo Dueñas, que estuvo acompañado por su viceconsejero, Pedro Medina.
El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, aseguró que el año agrario «ha sido complicado», pues «los costes de producción han sido muy caros». «Castilla y León ha sembrado alrededor de 2 millones de hectáreas y este año, como el anterior, sobrepasamos poco los 1,6 millones de hectáreas de cereal, y sembrar en esta Comunidad una hectárea de cereal viene a tener unos costes de 700 euros por hectárea».
Según Dujo, una de las provincias más perjudicadas con menor cosecha es Ávila, con «una producción media-baja respecto a lo deseado por el agricultor», y añadió que «los 6 millones de toneladas de cereal previstos en Castilla y León suponen el 40 por ciento de la producción nacional en cuanto a cereales». Además, el responsable regional de Asaja reiteró su petición de «no ser los agricultores los paganos de la guerra de Ucrania», pues «las excesivas importaciones que España está haciendo de ese cereal sin ningún tipo de arancel está provocando la ruina de la agricultura y la ganadería».
Por su parte el coordinador regional de la Alianza UPA-Coag, Lorenzo Rivera, aseguró que «tenemos unos precios ruinosos , con la cebada por debajo de los 190 euros y el trigo, en torno a los 200, lo que quiere decir que estamos 70 euros por tonelada por debajo de lo que necesitamos para cubrir los costes de producción».
Rivera también se mostró de acuerdo con establecer aranceles a terceros países o «compensar a los agricultores por los precios ruinosos que tenemos, como se ha hecho en otros países de la Unión Europea como Polonia, Hungría, Rumanía o Eslovaquia que sí tuvieron ayudas ya en 2023». Y es que, según comentó, «en un año como éste, con una cosecha normal, podemos perder alrededor de 500 millones de euros solo en la diferencia de precio de los 200 a los 260 euros que tenía que compensar los costes de producción».
Y por UCCL, su responsable regional, Jesús Manuel González Palacín, hizo hincapié en «es un año de buena cosecha, pero con unos precios bajísimos que para muchos agricultores supondrá cubrir justo los costes de producción». Por ello piden «que se revise el acuerdo con Ucrania, que ahora mismo impide que a ciertos cereales se les puedan aplicar aranceles, porque «está perjudicando a nuestros agricultores» y que, ante la revisión de la PAC, «empezar ya a hablar con la Administración para definir esa reforma para que las ayudas se dirijan a los agricultores a nivel principal». Además, reclamó «ayudas más generosas para aquellas zonas donde los seguros no son atractivos».