Diario de León

FERIA EN EL CORAZÓN DE LA RIBERA

Ajo, música y tradición en Veguellina

El municipio del Örbigo celebró este martes su tradicional Feria del Ajo con gran afluencia de público y un tubérculo en excelentes condiciones

Los visitantes comprando ajos en la feria. RAMIRO

Publicado por
Claudia Álvarez González

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El Ayuntamiento de Veguellina celebró ayer la trigésima primera edición de su Feria Municipal Agroganadera y del Ajo, coincidiendo con la festividad de su patrona, la Virgen del Carmen.

Más de un centenar de puestos animaron la feria, ofertando una amplia variedad de productos, desde comida tradicional y artesanía hasta textiles. De estos, treinta y cinco estaban dedicados al producto estrella: el ajo, donde los visitantes pudieron comprar y degustar los mejores de la región.

El recorrido a través de la feria concluía en la plaza del pueblo, donde el alcalde José Manuel Acebes dio por inaugurada las fiestas agradeciendo la presencia de todos los ciudadanos. Durante su discurso, presentó a las diversas asociaciones que este año se sumaron al evento. Entre ellas, destacó Ajusmar, la asociación de Villarejo, que contribuyó con una colorida alfombra de serrín en el centro de la plaza. También participó Villauria, la asociación de Villoria, que exhibió su trabajo artesanal en ganchillo. Además, los asistentes pudieron admirar los trajes tradicionales de la Barbacana, parte de la propuesta musical joven del Regachón, y contaron con la solidaridad de Cáritas, Manos Unidas y Donantes de Sangre.

«En honor a los viejos tiempos cuando la plaza se llenaba de ganado», indicó el alcalde, se organizó una exposición junto a la vía que mostraba diferentes clases de vacuno y equino.

El concurso de ajo, uno de los momentos más esperados de la feria, contó con la participación de numerosos vendedores. Sin embargo, a pesar de la gran afluencia de visitantes, algunos comerciantes notaron una disminución en las ventas en comparación con el año anterior. Arturo, un veterano mercader de ajos, comentó que este año «la gente compró menos que el anterior», reflejando una tendencia que preocupa a los vendedores locales.

La feria estuvo animada en todo momento por la banda del pueblo, que recorrió las calles de arriba a abajo interpretando numerosas canciones.

«Esta feria es una cita esperada por todos los vecinos del propio municipio y alrededores», explicó el vicepresidente primero de la Diputación, Roberto Aller.

Gracias a la gente se ha mantenido año tras año esta tradición, permitiendo así que se conozca la riqueza y la diversidad que esconden sus productos de primera mano. Además, «fomentan el turismo, la promoción de muestras de sus zonas y son esenciales para la revitalización de las áreas rurales», resumió Aller.

Los visitantes comprando ajos en la feria. RAMIRO

Los visitantes comprando ajos en la feria. RAMIRO

Los visitantes comprando ajos en la feria. RAMIRO

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