La Feria del Ajo de Santa Marina del Rey, en imágenes
El delegado del Gobierno y el presidente de la Diputación destacan la importancia de impulsar ferias como esta para fijar población y crear riqueza
El Ayuntamiento de Santa Marina del Rey ha celebrado su tradicional feria del ajo, la más antigua de la provincia. La inauguración fue encabezada por el alcalde Francisco Javier Álvarez Álvarez, quien expresó su gratitud por poder realizar nuevamente este evento, ofreciendo a todos a todas la oportunidad de disfrutar de la feria.
El alcalde se refirió a la cita como la feria «con más tradición y más antigua» y celebró que diferentes autoridades, tanto provinciales como autonómicas, asistieran para «ver todos los puestos de ajos, comer escabeche en tino o pulpo» y disfrutar de un evento que «potencia le economía tanto del municipio como de toda la comarca y de la provincia».
El delegado del Gobierno, Nicanor Ser, también asistió y destacó el orgullo de tener una tierra eminentemente rural como León. «Es necesario apoyar a este sector», afirmó, señalando que es crucial para el desarrollo de nuestros pueblos y la fijación de la población.
En este sentido, puso de relieve el mantenimiento de la Feria en una «defensa de las tradiciones» y un apoyo a los productores de «uno de los sectores más importantes de la Comunidad Autónoma».
Sen puso de manifiesto la labor del equipo de Gobierno municipal, al que calificó de «proactivo» y del que aseguró que «se levanta todos los días para trabajar por su municipio en una tierra eminentemente rural», tal y como señaló que es tanto la provincia de León como Castilla y León.
También asistió «por primera vez» a la celebración de la Feria del Ajo de Santa Marina del Rey el presidente de la Diputación de León, Gerardo Álvarez Courel, quien puso de relieve el trabajo de toda la institución provincial para que «cada céntimo que se invierta sea en todo aquello que sirva para frenar la despoblación».
Un objetivo para el que afirmó que sirve la Feria del Ajo de Santa Marina del Rey, un producto «que hace que la cita cada día sea mayor y mejor», así como que se convierta en «el escaparate de una zona de la provincia que busca generar riqueza y que lucha para frenar la despoblación existente en la provincia».
Las calles se llenaron con más de doscientos puestos que ofrecían artesanía, comida tradicional, textiles y, especialmente, ajos ubicados junto a la iglesia. Después de la inauguración, se desarrolló una amplia programación de actividades, como la IX exposición de Motos Clásicas en el salón de la junta vecinal, la exposición de puentes del Camino de Santiago y el paso del Órbigo en la sala de elecciones. También se organizaron visitas guiadas a la torre y al reloj de la villa, y a lo largo del día, los artesanos realizaron demostraciones de su maestría, con el objetivo de que los visitantes se fueran satisfechos.
Los vendedores de ajo estaban contentos con las ventas que tuvieron ya que vinieron visitantes de otras zonas como Asturias y que «agotaron casi todo el producto», comentó Emilio, un mercader dedicado a esto toda su vida.