En libertad los detenidos por la muerte del guardia civil leonés en Barbate
La investigación descartó que su narcolancha fuera la que embistió a la de los agentes
El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate (Cádiz) decretó este martes la libertad para los seis tripulantes de una narcolancha que estaban en prisión desde el pasado febrero, cuando su embarcación fue confundida con la que embistió en el puerto de Barbate (Cádiz) a una de la guardia civil causando la muerte de dos agentes, uno de ellos leonés de Nogarejas.
Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el juzgado ha tomado esta decisión después de que la Fiscalía no se opusiera a esta medida.
Los seis permanecían en prisión provisional ya que, aunque la investigación descartó que su narcolancha fuera la que embistió a una patrullera de la Guardia Civil matando a dos agentes, son investigados por delitos de contrabando, pertenencia a organización criminal, resistencia y desobediencia.
Como medidas cautelares, los seis investigados tienen la obligación de comparecer todos los lunes en sede judicial, retirada del pasaporte, prohibición de salir del territorio nacional así como prohibición de expedir un pasaporte nuevo.
Los autos ya han sido notificados a las partes.
La Fiscalía Antidroga no se opone a la puesta en libertad provisional de los cinco tripulantes de una narcolancha que están en prisión desde el pasado febrero, cuando su embarcación fue confundida con la que embistió en el puerto de Barbate (Cádiz) a una de la guardia civil causando la muerte de dos agentes.
El juzgado de instrucción número 1 de Barbate que investiga la causa y la Audiencia Provincial de Cádiz habían rechazado en varias ocasiones la puesta en libertad de estos cinco detenidos, ya que, a pesar de la que Guardia Civil ha comprobado que su narcolancha era una de las que estaba en el puerto aquel día pero no fue la que embistió a los agentes, se les acusaba de delitos de contrabando, organización criminal y resistencia a la autoridad.
Siguiendo el criterio de la Fiscalía Antidroga, su puesta en libertad provisional fue rechazada también por el «elevado» riesgo de fuga.
Especialmente en el caso de Francisco Javier M.P., alias Kiko el Cabra, el piloto de la narcolancha, porque «es una persona aparentemente vinculada a una organización que usa embarcaciones en la zona del Estrecho», lo que haría «sencilla» su huida.