Una crisis de suministro de agua está afectando a varias localidades de León
Las dificultades de estas restricciones han dejado secos a los vecinos de distintas zonas
El pantano de Luna, uno de los más grandes de la provincia. DL
La falta de agua se ha convertido en un problema creciente en varias localidades de la provincia de León. Desde finales de junio, los residentes de Veguellina de Órbigo han estado enfrentando una grave crisis de suministro, agravada por los trabajos para llenar los tanques de las piscinas municipales, denuncian los vecinos. La presión de agua extremadamente baja y, en ocasiones, la completa falta de suministro están afectando severamente las actividades diarias, la higiene personal, la salud y los negocios locales en las áreas afectadas.
Sin embargo, Veguellina de Órbigo no es la única localidad afectada. Los Barrios de Luna también sufren de una presión mínima de agua durante las mañanas, lo que dificulta realizar tareas básicas como lavarse la cara o los dientes. Villameca experimenta problemas similares, con períodos de baja presión que pueden durar hasta cinco horas.
En Verazuelo, la situación es aún más crítica. «Durante 15 horas al día, el suministro de agua nos es cortado», comentó Ángel Otero, un residente del pueblo. Esta situación ocurre a pesar de que el tanque local está completamente lleno y cuenta con una capacidad de 180,000 litros.
Las urbanizaciones de Villadangos del Páramo también enfrentan problemas debido a la falta de agua, lo que ha generado malestar entre los habitantes. Alejandro Barrea, alcalde de Villadangos del Páramo, ha señalado que el problema se debe en parte al uso indebido del agua para el riego de jardines. A pesar de las dificultades, Barrea indicó que se ha aumentado la presión del suministro a 4 litros por segundo para mitigar el impacto.
La falta de agua está teniendo severas repercusiones en la vida diaria de los residentes. La imposibilidad de ducharse con agua a una temperatura adecuada está afectando la higiene personal, mientras que las actividades domésticas como lavar ropa y cocinar se han vuelto complicadas. Además, la escasez de agua está exacerbando los efectos de la ola de calor, que ha alcanzado temperaturas de hasta 40 grados, y está afectando negativamente a los comercios locales de la zona.