Taller de bóvedas tabicadas
Bóvedas en el Camino de Santiago
Homo Faber construye en Mansilla de las Mulas una estructura abovedada que pretende ser un lugar de descanso para el peregrino
Maestro
Con alumnos llegados de Francia, Italia, Andalucía, Cataluña, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Madrid y Valencia el colectivo Homo Faber ha puesto en marcha en Mansilla de las Mulas un curso sobre bóvedas tabicadas impartido por Carlos Martín Jiménez, maestro bovedero.
Martín Jiménez es premio Richard H. Driehaus de las Artes de las Construcción en su primera convocatoria de 2017. Actualmente es asesor técnico de la Sagrada Familia, además de responsable de la construcción de la bóveda del Salón de Reinos en la ampliación del Museo del Prado. Ha intervenido en las obras más relevantes del gremio, entre las que destacan el Monasterio de Santa María del Paular, la cúpula de San Juan de la Penitencia en Alcalá de Henares y la bóveda de aljibe de la Bodega de Valdemonjas en Quintanilla de Valladolid. Todo ello sin olvidar su trabajo como docente al transmitir su conocimiento en másteres de restauración y como autor de varias publicaciones sobre el tema.
Carlos Martín Jiménez lleva 6 años impartiendo el taller de Bóvedas en Homo Faber. En otras ocasiones ha trabajado en el claustro del Monasterio de Santa María de Sandoval. En esta ocasión, se está levantando una estructura abovedada en Mansilla de las Mulas. «La idea del maestro es que esta construcción sea la primera del proyecto ‘Bóvedas en el Camino de Santiago’: lugares de descanso que vayan acompañando al peregrino», señalan desde Homo Faber.
El propio Martín Jiménez asegura que «El comienzo de un nuevo taller siempre está cargado de emociones. Por un lado, se presenta una obra llena de retos. Por otro lado, están los alumnos, con ganas de aprender, desarrollarse y crecer. Y para mí, como profesor, a todo esto, le sumo la motivación de ver plasmada esta nueva obra del boceto a la realidad».
El sistema constructivo utilizado tiene un origen incierto, si bien algunas fuentes apuntan a un inicio romano o bizantino, lo cierto es que el ejemplar más antiguo es una escalera del siglo XII ubicada en Almería. Para ser considerada tabicada tiene que reunir tres requisitos: ausencia de cimbra, el uso del ladrillo y la magia del yeso, explican desde Homo Faber.
En Mansilla de las Mulas ya se empiezan a ver los resultados del trabajo, a los pies del Camino de Santiago.