Cerrar

El empeño de dos jóvenes abogados: Martínez Zárate y González Palacios

Todo un siglo viendo toros en Coyanza

La plaza de Valencia de Don Juan acogió su primer festejo el 14 de septiembre de 1924, aunque la inauguración oficial fue el día 21 con una corrida lidiada por Marcial Lalanda, una de las grandes figuras de la historia

Fachada principal de la plaza de Valencia de Don Juan. MARCIANO

León

Creado:

Actualizado:

Corría el 14 de septiembre de 1924 cuando una novillada de Diego Zeballos Lossada, que lidiaron ‘Gallito de Zafra’, Lorenzo de la Torre y José Salas, se convertía en el primer festejo taurino celebrado en la nueva plaza de toros de Valencia de Don Juan.

Pero la inauguración oficial por todo lo alto no llegó hasta unos días después, el 21 de septiembre, con una corrida de cuatro toros del conde de Trespalacios que lidió una de las figuras de la época y de la historia de la tauromaquia, Marcial Lalanda, que compartió cartel con Gavira, un torero de Cartagena que sustituyó a última hora a Lorenzo de la Torre, triunfador unos días antes en el coso coyantino.

Así lo explica Manuel C. Cachafeiro en su libro Primeras Imágenes Taurinas de León .

Pero hasta llegar a ese 14 de septiembre de 1924 el camino no fue sencillo. Valencia de Don Juan siempre ha presumido de gran afición taurina. Y así era también a finales del siglo XIX, cuando surgieron los primeros intentos por construir una plaza de toros. De hecho, el 6 de noviembre de 1896 el Ayuntamiento decidió en pleno la construcción de una plaza estable. Con un presupuesto inicial de 8.000 pesetas se le encargó el proyecto al arquitecto Jesús Crisóstomo Torbado. Su ubicación, en un solar de La Muela. En septiembre de 1897 se iniciaron los trabajos de movimiento de tierras, «pero ahí quedó su historia sin que se sepa más del sino de aquel ruedo», afirma Cachafeiro.

Ya en la segunda década del siglo XX, aunque no haya festejos en la capital, la fiebre taurina brota en las principales localidades de la provincia, que ansían tener su propia plaza de toros. Hasta entonces, explica el escritor y periodista, sólo Astorga, Sahagún y Valderas contaban con cosos estables. Igual que en otros pueblos, en Valencia de Don Juan surge la intención de tener su propia plaza. Fueron dos jóvenes abogados, Pedro Martínez Zárate y Máximo González Palacios, quienes impulsaron su construcción. «Se hacen con unos terrenos en la calle León y con un crédito levantan el que hoy es el coso más singular del planeta leonés. Construido en ladrillo, ocupó una finca de 4.425 metros cuadrados. La plaza de toros de Valencia de Don Juan ha tenido siempre la misma capacidad —seis mil espectadores— y cuenta con todas las dependencias propias de este tipo de inmuebles (corrales, enfermería, casa para conserje...). Su fachada principal, de estilo mudéjar, es su principal seña de identidad», escribe Cachafeiro, al que se olvidó señalar que una de las peculiaridades de esta plaza es que su ruedo está excavado en la tierra, por lo que se encuentra por debajo de nivel del terreno de la calle, algo muy poco habitual en los cosos taurinos.

A lo largo de sus ya cien años de historia, la plaza de toros de Valencia de Don Juan ha vivido decenas de anécdotas y va visto pisar su albero a algunas de las principales figuras de la fiesta patria de cada momento.

Especialmente recordada es aquella tarde del 3 de marzo de 1946 cuando los hermanos Bienvenida —Pepe, Ángel Luis y Antonio— hicieron el paseíllo en el coso coyantino para inaugurar la reforma en la que se habían construido los balconcillos cubiertos que circundan los tendidos. La corrida fue considerada en su momento como una de las mejores de la temporada. Como anécdota cabe reseñar que se lidiaron seis toros de la ganadería de Csimiro Sánchez Martín, de Gordoncillo, que fueron rechazados en Madrid por su aparatosa cornamenta. Hoy aún se conserva en la sede de la peña El Burladero Coyantino, ubicada en las dependencias de la plaza, la fotografía de aquellos ejemplares.

Dice Cachafeiro que los Bienvenida torearon en Valencia de Don Juan por imposición de su padre, Manuel Mejías Rapela Bienvenida, ‘El Papa Negro’, que entonces apoderaba a los tres. Pepe Bienvenida fue cogido por uno de los toros, aunque sin gravedad.

La plaza de toros de Valencia de Don Juan lleva desde el año 2001, por acuerdo plenario, el nombre de Pedro Martínez Zárate, uno de sus impulsores. Siempre fue de propiedad privada, aunque hace unos años la familia la cedió al Ayuntamiento.

El día de su centenario, este próximo 14 de septiembre, el coso coyantino acogerá una corrida de toros de las consideradas toristas con un desafío entre las ganaderías de Dolores Aguirre y Arauz de Robles para los diestros Morenito de Aranda, Esaú Fernández y José Fernando Molina. Será el comienzo de un año lleno de actos.

Público en una corrida en el coso coyantino en el año 1932. MEDINA

Imagen del interior de la plaza de toros de Valencia de Don Juan, con su peculiar coso excavado en la tierra. MARCIANO

Cartel de la primera corrida. MEDINA

La peña El Burladero Coyantino y el alcalde posan con el cartel del centenario de la plaza. MEDINA

Toros lidiados por los Bienvenida. MEDINA