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León, la provincia más castigada por la EHE con 133 casos y doce municipios afectados

Los veterinarios exigen a la Junta la puesta en marcha de un plan biosanitario con vacunas gratuitas y ayudas económicas

La junta directiva del Sindicato de Veterinarios de León (Sivele-Uscal) se reunió esta semana.DL

León

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León, con 133 casos, es la provincia de Castilla y León con más bovinos afectados por la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) este en 2024, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, basados en las últimas notificaciones registradas de enfermedades de los animales de declaración obligatoria en España.

Además, hay doce municipios en la provincia, que cuenta con un censo bovino de 152.056 cabezas, en los que se ha declarado la enfermedad.

El Sindicato de Veterinarios de León (Sivele-Uscal) ha analizado en la última reunión de su junta directiva la actual situación de la EHE, y ha manifestado su «incondicional» apoyo a los ganaderos e insta a la Junta de Castilla y León a establecer un plan biosanitario que permita la inmunización de toda la cabaña ganadera, que incluya la vacunación gratuito, y un incremento de las ayudas económicas necesarias para mantener la viabilidad de las explotaciones ganaderas de la comunidad.

Es mucha la preocupación por el avance de esta enfermedad, que solo en Castilla y León, la segunda comunidad en producción de carne y leche de vacuno de España, afecta a 179 cabezas.

Según explica Sivele-Uscal, la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) nunca había sido detectada en España, ni en la UE, hasta el pasado 10 de noviembre de 2022, cuando las autoridades italianas comunicaron la detección del virus en explotaciones de ganado bovino en la isla de Cerdeña y unos días más tarde en Sicilia. El 18 de noviembre de 2022 se detectaron los primeros casos por el serotipo 8 en el sur de España. Hasta ese momento se tenía constancia de su existencia y circulación en América del Norte, Australia, Asia y África. Actualmente la enfermedad se extiende por la España peninsular, Portugal, Sudeste de Francia, Cerdeña y Sicilia.

La transmisión a través de mosquitos y la ausencia de vacuna hasta hace muy poco tiempo ha hecho que la diseminación en España haya sido muy rápida. Hasta el momento las islas Canarias y Baleares se consideran libres.

Se trata de una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa que se transmite por mosquitos del género Culicoides y afecta a rumiantes domésticos y salvajes. En el ganado vacuno, aunque suele cursar con una clínica moderada y autolimitante, en algunos casos puede originar cuadros más graves, con fiebre, lesiones de la mucosa bucal, cojeras, inflamación del rodete coronario, inflamación de la lengua, diarrea hemorrágica, abortos, etc., pudiendo llegar a provocar secuelas y, en menor medida, la muerte de los animales. El ganado ovino es susceptible a la infección, pero poco a la enfermedad clínica, y el caprino es muy poco susceptible a la infección. También puede afectar a animales silvestres como los ciervos, gamos y corzos.

Se trata de una enfermedad de declaración obligatoria, por lo tanto hay que comunicar inmediatamente a los servicios veterinarios oficiales cualquier sospecha.

Según concreta el sindicato de veterinarios de León, los ganaderos pueden adoptar algunas prácticas de manejo para minimizar los riesgos de la enfermedad en el ganado vacuno, como la supervisión diaria de los animales, especialmente en los sistemas de producción extensivos y la atención temprana de los animales afectados, asegurando su estancia en lugar sombreado y confortable, disponibilidad diaria de agua y alimentación para evitar que pierdan su condición corporal.

Recomiendan el tratamiento veterinario lo antes posible desde el inicio de los síntomas, siguiendo las indicaciones y prescripciones individualizadas realizadas por el veterinario clínico para cada ejemplar, mantener al rebaño en buen estado sanitario general y realizar actuaciones de lucha vectorial que podrá incluir desde la protección de los animales frente a los vectores, desinsectación de instalaciones y medios de transporte hasta el control de las zonas de cría de los vectores.

La vacuna, disponible desde el mes de julio, es de aplicación voluntaria por parte del ganadero

Desde primeros de julio se dispone de la primera vacuna autorizada temporalmente por el procedimiento de emergencia frente a la EHE. Con una primera fase de producción de dos millones de dosis, es de aplicación voluntaria por el ganadero, aunque siempre tiene que estar prescrita previamente por el veterinario de la explotación. Según Sivele-Uscal, esta vacuna puede suponer una herramienta para evitar las pérdidas directas y facilitará el movimiento de animales susceptibles, ya que se espera que en el último trimestre de este año se modifique la legislación facilitando el movimiento de los animales que hayan sido vacunados. Desde los Servicios Veterinarios Oficiales se está realizando la vigilancia de esta enfermedad de dos formas. Por un lado está la vigilancia activa, que se basa en la realización de un muestreo en explotaciones centinelas serológicamente negativos al inicio del periodo de actividad, por otro la vigilancia pasiva, que se inicia con la notificación por parte de los ganaderos y veterinarios de explotación de sospecha de casos clínicos a los Servicios Veterinarios Oficiales. Estos realizarán visita a la explotación y si se observan síntomas compatibles con EHE se procede a la toma de muestra de sangre. Las muestras se envían al Laboratorio Regional de Sanidad Animal (LRSA). Un único animal positivo dará la consideración de explotación positiva.

Según el sindicato, desde los servicios veterinarios oficiales se está actuando con la «máxima diligencia posible» desde el momento que se recibe una notificación, dándole la prioridad que se merece, y acudiendo a la explotación para realizar las actuaciones antes indicadas. Se realizan seguimientos semanales de las explotaciones positivas para actualizar los datos de animales enfermos o muertos.