La Pastora Mayor que vela por la salud pública

El pastoreo se dio la mano con la ciencia en Los Barrios de Luna. La Fiesta del Pastor renovó el compromiso con el ancestral oficio que ha moldeado sus paisajes. Fue una edición singular en la que la ciencia y el pastoreo se dieron la mano. Una mujer, bañezana de nacimiento, médica especialista en salud pública y directora del Instituto de Salud Carlos III, la científica que lideró el estudio de seroprevalencia que radiografió la pandemia en España, ejemplo para el mundo, fue investida con los atributos de Pastora Mayor de los Montes.

Zurrón, gancho y título con los que Marina Pollán Santamaría reivindicó el pastoreo como una pieza importante de la salud pública. Con la tradición bíblica como metáfora, señaló que esta «profesión ancestral», que tiene un paralelismo con la salud pública. «La parábola del Buen Pastor señala a los protagonistas de este oficio como modelos de ese cariño y cuidado amoroso de Jesús, como figura humana y divina». «Y de alguna manera, la especialidad a la yo me he dedicado, la salud pública, representa ese buen pastor que vela por el bienestar de la sociedad».

Pollán confesó que decidió hacer la especialidad de Medicina Preventiva y Salud Pública «dedicando la mayor parte de mi vida profesional a investigar los factores de riesgo frente al cáncer, principalmente al cáncer de mama», movida por «hacer algo útil por la sociedad». Y lo hizo. Las investigaciones que realizaron en colaboración con oncólogos y otros profesionales médicos, «contribuyeron al conocimiento de los beneficios que aporta la dieta mediterránea frente a los perjuicios de una dieta occidental» basada en platos procesados, grasas y azúcar.

Pollán defendió la ganadería extensiva, frente a la intensiva, como ejemplo de poner en práctica el concepto One Health (Una sola salud), que «nos recuerda que para poder tener salud, nuestro medio ambiente tiene que ser saludable».

También destacó el valor de un oficio reconocido en un país como Nueva Zelanda, emblemático en la conservación del medio ambiente, en el premio ganadero emprendedor que la Fundación Vista Linda de este país de las Antípodas entregó al merinero leonés Álvaro Álvarez Redondo.

«Mi admiración a un oficio tan noble y lleno de sacrificios», subrayó tras destacar a sus rabadanes, Paquita Martínez, de San Justo de la Vega, e Ismael Álvarez, de Torrestío, como «verdaderos conocedores de este ámbito. Sois mis guías y mis guardianes en este día que los tres vivimos con ilusión», remarcó.

Aún quedan pastores y ganaderos, aún los rebaños conservan el paisaje y la biodiversidad y su agosteo en los puertos es un cortafuegos que las administraciones empiezan a reconocer. «Hay gente que estamos trabajando duro», recordó Álvarez al recoger su título de ganadero emprendedor de manos del pastor mayor Román Álvarez. Presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Merino, el primer leonés que se pone al frente, Álvaro Álvarez resaltó: «Intentaré dar lo mejor de mí para defender este sector», añadió.

El alcalde de Los Barrios de Luna, Jesús Darío Suárez, agradeció encarecidamente que una científica del nivel de Marina Álvarez, al frente del organismo de salud pública más importante de España, aceptara ser Pastora de los Montes de Luna. Suárez anunció que retomará las gestiones para hermanar el municipio de Barrios de Luna con Trujillo tras agradecer la participación de ganaderías extremeñas con gran tradición leonesa, como Granda, en el certamen ganadero.

El delegado de la Junta, Eduardo Diego, ensalzó la Fiesta del Pastor «para trasladar a la Comunidad y a España que aquí existen ganaderos y gente que defiende los pueblos dedicándose a la ganadería ovina», con el compromiso de defenderlo como delegado. Los pendones y la música tradicional de Sones de León dieron colorido y pusieron música a la 47ª Fiesta del Pastor.