Crimen en Villagarcía de la Vega: le desnudó, lavó el cuerpo y fregó el suelo con lejía antes de que llegara la Guardia Civil
Durante la primera sesión del juicio celebrado este lunes en la Audiencia de León han prestado declaración las sanitarias que acudieron a la casa de Villagracía de la Vega el día de los hechos, así como los agentes de la Guardia Civil.
Fue la acusada la que aquella noche llamó al 112 pidiendo auxilio ya que aseguraba que una persona del pueblo había entrado en su casa y que tras discutir con la víctima por una cuestión de tierras, le había asestado varias puñaladas tras lo cual había huido.
Una vez allí, la médico y la enfermar, como los agentes desplazados allí, coincidieron en que cuando llegaron aquel 22 de junio a la casa, pasadas la una de la madrugada, se encontraron el cuerpo sin vida de Abelardo D. en el suelo, fallecido —con bastante anterioridad— y con múltiples heridas ocasionadas por arma blanca.
Lo que más les llamó la atención es que a pesar de las heridas no había sangre en el suelo, y el cuerpo estaba totalmente limpio. «Solo sangró un poco cuando lo examinamos», declaró la facultativa, que destacó que toda la escena estaba mojada, recién fregada y con un fuerte olor a lejía. «Ella estaba muy alterada y no paraba de limpiarlo todo», asegura.
Rápidamente los agentes se dieron cuenta de que los indicios que tenían en la escena del crimen no coincidían con la versión inicial de la acusada, que no paraba de incurrir en contradicciones, según relataron los agentes, que además comprobaron que sobre ella había una orden de alejamiento, que evidentemente había quebrantado, y que tenía antecedentes por haberle propiciado al hombre con anterioridad lesiones en una mano, también con arma blanca.
Tras tomarla declaración ese mismo día la mujer terminó reconociendo que había sido ella la que acabó con la vida del hombre, pero lo que hizo para defenderse, ya que tras discutir, él intentó matarla.
La policía forense que también declaro este lunes asegura que la mujer no presentaba ningún tipo de lesión que indicara que antes había habido un forcejeo entre ambos. También confirmó que el hecho de que la acusada limpiara el cuerpo y toda la escena del crimen, y se deshiciera la camisa, que encontraron más tarde en el exterior de la casa, les hizo sospechar desde el primer momento. «Todo estaba recién fregado pero tras aplicar el luminol pudimos comprobar restos de sangre en la lavadora, en la fregona, en el pasillo y también salpicaduras en las paredes por lo que inmediatamente quedó detenida», declaro la agente. Al día siguiente se realizó una reconstrucción de los hechos que fue grabada y emitida en el juicio.