Amable Pascual: «La única diferencia con hace 100 años es que hay una fotocopiadora. El trabajo se hace todo manual»
Considera que la nueva ley que implica la desaparición de los juzgados de paz restará servicios al medio rural
El juez de paz de Boñar, Amable Pascual, explica que las principales funciones que se realizan en los pueblos principalmente son certificados de matrimonio, nacimiento, defunción o fe de vida. Actualmente se hacen muy pocos actos de conciliación.
El trabajo sin digitalizar
El trabajo mayor son los certificados de nacimiento y de defunción antiguos ya que los recientes la mayoría de la gente no nace en los pueblos si no en León y concretamente en el hospital. «Los nuevos certificados se hacen casi todos en León. Y es habitual recibir solicitudes de Hispanoamérica para que se certifique el nacimiento de algún familiar».
Recuerda que actualmente no hay nada digitalizado y que en Boñar el registro está vigente desde 1874, es decir, cumple 150 años. «Tenemos que ir libro a libro para facilitar a la gente una fotocopia del documento que te ha solicitado. No se cobra nada e incluso se le envía a su país. Además a la gente que se puede trasladar el trato es muy personal dado que la gente mayor no saber hacer trámites por internet». Pascual considera que tal y como están ahora los registros es muy difícil que desaparezcan dado que no hay nada digitalizado. El pasado mes de mayo se le dotó de un ordenador a este juzgado ya que hasta hace unos meses no había ni correo electrónico. Se siguen apuntando los certificados a mano. «La única diferencia de hace 100 años a estos momentos es que hay una fotocopiadora ya que el trabajo se hace todo manual y se envía por correo postal», afirma. Considera Pascual que digitalizar todos los registros va a significar un gran trabajo y un coste elevado. Lamenta que con la llegada de la nueva ley en el mundo rural se vayan a «perder servicios».
El juzgado cuenta con un titular y un secretario que cobran poco más de 100 euros al mes.
Entre las funciones históricas de los juzgados de paz figura el registro de los fallecimientos que se producían en el ámbito municipal. «Me ha llamado mucho la atención que se ponía el motivo del fallecimiento muy detallado».