Sabero creará una Estación Biológica Cantábrica en el complejo minero Herrera I
El Ayuntamiento pretende consolidar el valle como un referente rural en la gestión del conocimiento
Editorial: 'Naturaleza como motor en Sabero'
El Ayuntamiento de Sabero convertirá las instalaciones del complejo minero Herrera I en un Centro de Investigación sobre la Biología de la Cordillera Cantábrica. El proyecto, liderado por el equipo de Gobierno, incluye dos naves de la antigua empresa minera, afectadas al proceso de reindustrialización y que hasta el día de hoy no habían tenido destino alguno. Está previsto, dicen desde el consistorio, que las obras de la Estación Biológica Cantábrica del Valle de Sabero se inicien en los próximos meses.
El alcalde valsaberense, Juan Carlos Álvarez, ha indicado que llevan muchos meses trabajando en este proyecto que, según sus palabras, tiene una importancia capital para el futuro no solo del municipio sino de toda la comarca. Se trata de convertir lo que hoy son unas naves abandonadas en un centro de investigación y académico, que gracias a los apoyos con que ya se cuenta, podrá convertirse en un centro de referencia en su materia gracias a la instalación de la Estación Biológica Cantábrica (EBC).
Juan Carlos Alarez señala que “es un proyecto que encaja como anillo al dedo en nuestro Valle y cuya viabilidad está ya contrastada. En España existe la Estación Biológica de Doñana y se han hecho algunas cosas parecidas en el Pirineo, pero falta un centro de estas características en la Cordillera Cantábrica, y estoy convencido de que Sabero es el lugar más adecuado. Nuestra situación geográfica, en la cabecera del Esla que da acceso al Parque Nacional de los Picos de Europa, en el centro de la vertiente sur de la cordillera y pleno eje subcantánbrico, a medio camino entre Villablino y Aguilar de Campoo, con unas buenas comunicaciones, hace de nosotros el lugar ideal para la Estación Biológica Cantábrica”.
Para el alcalde pone de manifiesto que “” es importante el proyecto pero más aún lo son las personas que apoyan el proyecto. Además de la estupenda acogida que hemos tenido por parte de las instituciones, especialmente las relacionadas con la cultura y conservación del patrimonio, tenemos la enorme suerte de que nuestro proyecto cuenta con el profesor Javier Castroviejo, que fue precisamente el creador de la Estación Biológica de Doñana, su director durante casi dos décadas, y en estos momentos es alma mater de la Estación Biológica Cantábrica y apoyo fundamental para reproducir en el Valle de Sabero la fórmula de éxito que él mismo llevó a cabo en Doñana”.
El profesor Castroviejo es uno de los biólogos más importantes de nuestra historia y ha encontrado en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sabero un grupo cualificado y convencido de que nuestro futuro pasa por la gestión del conocimiento en relación con nuestro entorno privilegiado.
Dice el alcalde que el objetivo del proyecto no se queda en rehabilitar las centenarias naves mineras de Herrera I, lo importante es convertirlas en un centro académico en el que se realicen, por parte de investigadores y profesores del ámbito de la Biología, actividades de difusión, formativas, de capacitación y de investigación científica, todas ellas encaminadas a generar una actividad económica viable y perdurable.
Juan Carlos dice en su nota de prensa que “en el plazo inmediato, una vez contemos con la financiación necesaria para rehabilitar Herrera I, se producirá un incremento de la actividad en el Valle con la mera llegada de personal técnico y científico directamente relacionado con la obra, para lo cual deberemos establecer laboratorios y oficinas provisionales donde pueda trabajar ese primer personal necesario para poner en marcha los nuevos proyectos. Una vez terminadas las obras de recuperación y abiertas las instalaciones, en el corto plazo se comenzará a realizar cursos, conferencias, campamentos de verano y otras actividades de difusión, sensibilización y creación de sinergias con las instituciones. A medio plazo se desarrollarán proyectos que fortalezcan a la propia EBC y focalicen en el Valle de Sabero la base de prospecciones científicas, con visitas a hábitats de interés e inicio de proyectos de investigación que terminen posibilitando, mediante convenios con centros universitarios, la selección de estudiantes españoles y extranjeros para celebrar seminarios, congresos y cursos universitarios de verano”.
Será común en cada materia, como componente transversal, una introducción que incluya aspectos legales, administrativos y económicos, gestión de empresa, elaboración de proyectos, instrumentos de apoyo y financiación. Las líneas de trabajo son muchas: la ecología aplicada, los impactos en los ecosistemas y hábitats, las técnicas de gestión y uso sostenible de la biodiversidad, la complementariedad entre la iniciativa privada y la administración pública, las técnicas de investigación, conservación y evaluación de especies, hábitats y paisaje, la biología de la conservación, la gestión de espacios naturales protegidos, museología, colecciones científicas e interpretación con especial relación al patrimonio minero y la biodiversidad, y así un sinfín de posibilidades de desarrollo que pasan también por la micología, la piedra y la pizarra, desde luego la fauna silvestre, los animales domésticos, la propia ganadería, la acuicultura, la apicultura y la polinización. En un centro de esta naturaleza debe tener también su espacio la formación para guías de turismo, de gestión del patrimonio cultural vinculado a la naturaleza, así como de investigación, restauración y uso de la naturaleza como recurso, posibilitando su autogestión mediante nuevos proyectos que garanticen el futuro de la EBC Valle de Sabero.
Juan Carlos Álvarez subraya que con este gran proyecto se pretende convertir al Valle de Sabero en un polo de gestión del conocimiento en la Montaña Oriental leonesa. “Con la excelente labor que realiza el Museo de la Siderurgia y la Minería desde hace más de 15 años, unida a nuestro convencimiento de potenciar el Archivo Histórico Minero en las instalaciones municipales del colegio de Hulleras de Sabero, y a la próxima rehabilitación de la Mina Sucesiva para la cual ya hemos realizado desde el Ayuntamiento todos los trámites, con la Estación Biológica Cantábrica aspiramos a ser un vector fundamental de nuestra zona y hasta un modelo de desarrollo rural basado en la cultura y la gestión del conocimiento”.
“Solo pensar que el lugar donde trabajaron como mineros nuestros padres y abuelos se vaya a convertir en un centro de estudio, investigación y desarrollo me llena de emoción, porque aquellas generaciones lo dieron todo precisamente para hacer posible cosas como esta. Desde el Ayuntamiento vamos a realizar todo lo que esté en nuestra mano para que el Valle de Sabero sea un referente en la Montaña de cómo salir adelante no solamente con nuestras potencialidades turísticas y deportivas, que por supuesto vamos a seguir potenciando, sino también sobre la base de la cultura y el conocimiento. Estoy convencido de que la Estación Biológica Cantábrica será un elemento esencial del futuro de nuestro Valle”.