CONFERENCIA INAUGURAL
Morala anima a trabajar juntos “para crear un futuro próspero para Ponferrada y toda la provincia de León”
El alcalde de Ponferrada ha inaugurado el VI Congreso sobre Despoblación de Diario de León
El alcalde de Ponferrada, Marco Morala, ha inaugurado hoy el sexto Congreso sobre Despoblación de Diario de León, ha reclamado hoy un “empujón más decidido” en las inversiones para León, especialamente en infraestructuras y un reparto de las ayudas públicas “que tengan en cuenta los que más lo necesitan y merecen y no a los que más escaños aportan”. Es una de sus recetas contraa la despoblación, como la de “garantizar el acceso a internet de alta velocidad en todo el territorio para facilitar el teletrabajo y el desarrollo de nuevas actividades económicas” para que “la gente trabaje donde quiera”: El regidor de Ponferrada ha pedido en este reto “la implicación de toda la sociedad: empresas, instituciones, asociaciones y ciudadanos” ya que, a su juicio “debemos trabajar juntos para crear un futuro próspero para Ponferrada y para toda la provincia de León” porque “no es una tarea exclusiva de las administraciones”.
Morala, que ha felicitado al Diario de León por un congreso en el que se analiza un tema verdaderamente trascendente para nuestra sociedad con todo lo que significa su preocupación de altavoz privilegiado para la sociedad leonesa, ha destacado que “Ponferrada, como capital del Bierzo, no es ajena a esta realidad, aunque nuestra situación como ciudad grande sea un poco menos acuciante dentro del contexto provincial de preocupación por la realidad de hoy mismo”. Según ha señalado, “tal situación en esta provincia que el mayor margen de maniobra que tienen en otras latitudes para proponer proyectos que limiten o retrasen la despoblación, se vuelve aquí imperativo y muy breve”.
El alcalde berciano ha citado a a “agoreros como Maltuse, Hobbes o el mismo Darwin” que presagiaron que “el crecimiento de la población era imparable hasta ocupar todo el territorio y acabar con todos los recursos”. En este punto, ha destacado las palabhras de Darwin, “la humanidad tiende a incrementarse a una tasa más grande que sus medios de subsistencia”, una cita sobre la que, ha afirmado, “no pensaba en los habitantes de las zonas rurales del interior leonés”.
Ha incidido en que durante su mandato “observamos tendencias preocupantes y algunos indicadores que estamos tratando en este mandato de revertir tan intensamente como podemos en atención a lo que hemos observado en mandatos anteriores en relación con la pérdida de población”, uno de sus principales “compromisos personales a la hora de dar el paso de intervenir en la actividad política, uno de mis principales caballos de batalla cuando estaba en la oposición y una de mis más intensas ocupaciones desde la alcaldía”.
Morala ha señalado que “sin asegurar un mínimo de habitantes” en un municipio, “no hay proyectos de futuro ni para la entidad local ni para la sociedad a la que sirve”. Según ha explicado, “la política se hace para las personas, la gestión se administra para las personas, los proyectos se ordenan al bienestar de las personas y con una población menguante decrecen los proyectos y se empequeñece la política”.
El alcalde ponferradino ha remarcado “algunos indicadores extremadamente preocupantes”, como “la letal combinación entre despoblación y envejecimiento de la escasa población que va quedando en nuestras zonas rurales. La edad media de nuestros habitantes aumenta, y la tasa de natalidad no es suficiente para asegurar el relevo generacional”. “¿Cuántos de los 211 municipios de esta provincia pueden asegurar la tasa de reposición, al menos el reemplazo de los que estábamos aquí hace unos años?”, se ha preguntado.
En su intervención, ha citado al Diario de León para recordar que “León es la cuarta provincia más envejecida de toda España y que tenemos una media que está rozando ya los 50 años, es decir, que como población activa tiene más cercana la jubilación que la entrada en el mercado laboral”. Es una lacra de la que tampoco se libran los grandes municipios ya que la subida de la edad media “pone de manifiesto que en realidad nos estamos acercando a un decrecimiento vegetativo neto cuando sustraemos al saldo de habitantes inscritos en nuestros padrones municipales el aporte de la inmigración, porque la relación entre nacimientos y muertes en nuestra provincia resulta aterradora, tanto más cuanto más nos acercamos a las cohortes de mayor de edad, y no lo digo solo porque se nos vaya acortando la esperanza de vida personal”.
A su juicio, la combinación de población envejecida y población dispersa “genera problemas importantes que tienen que ser atajados con políticas públicas nacionales” como sucede con la presión que dificulta la sostenibilidad del sistema de pensiones que “ya no da para muchos inventos sobre tasas de solidaridad”. “O es lo que sucederá también con una mayor presión sobre los sistemas públicos de salud ante el aumento de las enfermedades crónicas, por hablar también de los aumentos de gastos de la dependencia y los mayores riesgos de cuidados ante la soledad no deseada, en la que las corporaciones locales hacemos lo que podemos por evitar el aislamiento social de los mayores en el medio rural”, ha añadido.
El alcalde ha mencionado otras cuestiones que afectan al desequilibrio del mercado laboral, “con mano de obra poco cualificada en algunos sectores por la existencia de menor número de trabajadores disponibles y una dificultad de reemplazo al ver la edad media laboral, que me temo que veremos en términos de disminuciones de productividad y de crecimiento económico a medio plazo”.
También se ha referido a “los servicios sociales municipales que tienen que hacer frente a las dificultades derivadas de familias más pequeñas, lo que tantas veces supone una mayor carga adicional para las mujeres en el cuidado de las personas mayores”. Morala ha repasado taambién “dos impactos más que me parecen preocupantes a nivel local como es el impacto en el transporte, particularmente entre unas localidades y otras al tener que trasladar a gente para servicios que van cerrando dentro del sector privado terciario, empezando por los bancos para gente que no puede hacer toda su operativa digitalmente, y también el impacto en la vivienda y el urbanismo, particularmente en los pueblos y barrios en los que se concentra mayor cantidad de población de edad avanzada y con pocos vecinos”.
La vivienda es, a su juicio, “particularmente preocupante en aquellos municipios de los cuales salen los jóvenes, especialmente los más formados o para formarse y no regresar nunca”. “De ahí mi personal obsesión por hacer de Ponferrada una ciudad universitaria que ofrezca a las generaciones más jóvenes oportunidades para llevar a cabo proyectos de vida. Este éxodo juvenil es para muchos ayuntamientos la puntilla”, ha matizado Morala, que considera que con esta problemática se pone de manifiesto “un permanente desequilibrio social que en muchos casos coincide peligrosamente con otro desequilibrio territorial”. Ha explicaado que “la persistencia de algunas brechas de población, de infraestructuras, de formación, de empleo y de vivienda resultan una combinación muy compleja de manejar para el mantenimiento de la población y que además no está en manos de las corporaciones locales arreglar”. En el ámbito de las competencias, ha denunciado que “se termina por hacer confluir los esfuerzos en algunos municipios muy concretos, o bien los mayores, o bien los intermedios que articulan territorios de esa denominada España vaciada, condenando a los más pequeños a una lenta agonía”. “Aunque mi municipio es el segundo de la provincia, yo no puedo conformarme con esta forma de ver las cosas, sino que quiero mostrar mi profunda solidaridad con los alcaldes que lidian contra esta situación y con los municipios que quieren seguir ganando su futuro en igualdad real de condiciones con otros más poblados”.
Morala ha defendido que “quedarse en estos municipios debería ser una libre decisión de sus habitantes y no una cuestión de necesidad cuando se van haciendo mayores o van quedando solos o cuando cae el frío y la incomodidad del invierno” y ha incidido en que mientras la ciudad mantiene cierta estabilidad, ”los pueblos de nuestro entorno se vacían, perdiendo tejido social y económico”. “Y en esto Ponferrada es a la vez ciudad y pueblo, porque una de nuestras principales características como municipio es la enorme extensión de su territorio, pero también la dualidad de estructuras poblacionales entre un centro urbano con marcadas características de la gran ciudad, unos barrios más periféricos con una acusada personalidad en cada caso y lo que es más definitorio, la existencia de un número muy importante de pueblos, la mayoría de los cuales tienen la consideración de entidad local menor y mantienen sus juntas vecinales, en los que creo sinceramente que debemos intentar prestar los mismos servicios que reciben los habitantes de los barrios más cercanos y el centro de Ponferrada. Seguro que ésta es, en mayor o menor medida, una preocupación compartida por todos los alcaldes de esta provincia, que tanto se caracteriza por su tejido de pequeños pueblos qué hacen que todos los ayuntamientos tengan muchas localidades que atender. No hacerlo representa contribuir indirectamente a esta espiral de despoblación”, ha remarcado el regidor ponferradino,
En su discurso, ha destacado que “mi primer año al frente de la alcaldía ha sido también el primero en el que no hemos perdido población después de doce años seguidos con disminuciones, antes más livianas y en los 4 años anteriores extremadamente acusadas, en alguno de ellos con pérdidas muy superiores a los 500 habitantes al año”. “Esto no puede ser motivo ni de complacencia ni de satisfacción”, ha afirmado ya que “sé muy bien que a veces se producen puntos de inflexión que si no se consolidan en el corto plazo se convierte en una excepción y no marcan un ciclo”. Por eso, para Morala, “es tan importante contar con todo lo que se nos ha prometido en empleo e infraestructuras para asegurar ese ciclo qué significa una verdadera transformación del tejido social. Porque si ahora estamos por encima de los 63.000 habitantes no olvido cuando estábamos por encima de los 68.000.”
En este punto, ha enumerado medidas contra la despoblación aplicadas en el Ayuntamiento, como el apoyo al emprendimiento, la mejora de servicios e infraestructuras y la promoción turística.
“Proclamo una vez más, esperando que no caiga como una prédica en el desierto, nuestra voluntad de colaboración con otras administraciones, de trabajar con la Diputación de León, la Junta de Castilla y León y el Gobierno de España para impulsar políticas que reviertan la despoblación”, ha remarcado el alcalde, que considera que “en Ponferrada sabemos muy bien lo que es que se acabe súbitamente el motor económico de los sectores tradicionales de los que se han vivido durante todo un siglo y que se prometa transiciones justas con montones de nuevas empresas, enormes instalaciones industriales y tantos empleos que parece que no daríamos abasto a preparar a los desempleados para ocupar esos trabajos. Y sabemos también muy bien lo que es ver frustradas nuestras expectativas, no solo justas y legítimas, sino tantas veces reiteradas por nuestra población”.
En otro punto, también ha recordado el cierre de las térmicas con el que “nos caerían subvenciones sin límite para hacer esa transición justa, y en varios municipios de esta provincia seguimos esperando esas inversiones cuando se anuncian otras multimillonarias en otros lugares de España, probablemente a cambio de una tranquilidad parlamentaria que a muchos nos parece una voracidad en las exigencias que nunca tienen fin”. “Yo proclamo que para ayudar firmemente a acabar con la despoblación, uno de los elementos fundamentales es, sin duda alguna, contar con unos presupuestos generales del Estado que sean verdaderamente redistribuidores de la riqueza y equilibradores de la renta y la inversión”, ha destacdo el regidor, que ha denunciado que “si se permite que algunos de los territorios más ricos de España se queden sus ingresos y además reciban las trasferencias que nos podían corresponder a otros, estamos cerca de hacer quebrar el principio de solidaridad que debe regir también en el mundo local un verdadero Estado social y democrático de derecho”.
A su juicio, también es tarea de “las políticas públicas locales verdaderamente eficaces para ayudar a paliar la despoblación requieren el fomento de la participación ciudadana”. “Por ello debemos impulsar la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones y en la búsqueda de soluciones a los problemas que nos afectan”, ha destacado Morala, para quien “es fundamental comprender que la lucha contra la despoblación no es una tarea exclusiva de las administraciones”. Esto “requiere la implicación de toda la sociedad: empresas, instituciones, asociaciones y ciudadanos”, y obliga a “trabajar juntos para crear un futuro próspero para Ponferrada y para toda la provincia de León”.
Entre otras cuestiones ha abordado proyectos de su equipo de gobierno que “buscan un impulso de la digitalización y la conectividad” y apostar por la formación, la que a través de la especialización en Formación Profesional y unas titulaciones universitarias “que conecten con las necesidades del mercado laboral permita quedarse a los jóvenes o atraer a los que vengan de otros lugares, pero sin renunciar a la formación a lo largo de toda la vida que permita adaptarse a nuevas condiciones del mercado laboral a aquellos que pueden salir de él transitoriamente para que no tengan que buscar en otros lugares la salida que se le niega en su tierra”.
“Aquí todos queremos revalorizar el medio rural, aprovechar los recursos naturales y el patrimonio como una palanca de desarrollo de los lugares más pequeños” ha asegurado Morala, que ha pedido “un empujón más decidido que solo puede venir de la mano de la Administración General del Estado con sus capacidades inversoras en infraestructuras; unos repartos de ayudas públicas que tengan en cuenta los que más lo necesitan y merecen y no a los que más escaños aportan; unas ayudas al sector privado que consiga incentivar la atonía que en los lugares más apartados del interior peninsular se convierte en agonía; y, en la medida de lo posible, unos incentivos fiscales para los que hacen una apuesta por el medio rural”.
Se ha referido a “las propuestas que se hace en otras comunidades autónomas para afrontar la despoblación, las que se han hecho desde otras opciones políticas y las que se hacen desde países que tienen problemas similares a los nuestros, y en especial lo que está sucediendo en Francia con la contraposición entre el interior y las zonas litorales. Lo que nos pasa a nosotros no es algo ni nuevo ni extraño. La despoblación es un desafío complejo, pero no insuperable”. “Con voluntad, trabajo conjunto e ideas innovadoras, podemos revertir esta tendencia y construir un futuro mejor para nuestra provincia. Al menos eso, revertir alguna tendencia, porque con nuestras tasas de decrecimiento vegetativo hay que pensar cómo va a ser el futuro a medio y largo plazo”, ha remarcado el alcalade de Ponferrada, que ha emplazado al Diario a organizar el VII congreso sobre despoblación. Finalmente, ha señalado que “no me resigno, que los ponferradinos no se conforman y que merecemos políticas más justas e imaginativas para atajar la despoblación. Porque nuestros vecinos, empezando por los mayores, no merecen otra cosa más que el esfuerzo más intenso para que lo que nos han legado se preserve con vida”.