La Cuenca del Río Torío y la ULE se unen para preservar su patrimonio etnográfico
La Casona de San Feliz acogió la presentación de Aquatorío, un proyecto para divulgar los valores ambientales de esta zona
Editorial: La ULE da la mano al mundo rural
Riegos centenarios
La Casona de San Feliz de Torio ha acogido este fin de semana la presentación del Aula del Agua Aquatorío, un proyecto que nace del acuerdo marco de colaboración suscrito en abril de 2023 entre la Asociación Cuenca del Río Torío y la Universidad de León.
El acto de presentación contó con la presencia de la vicerrectora de Inclusión, Igualdad y Proyección Social, Raquel Domínguez, además de los impulsores del proyecto.
Aquatorío nace como lugar de encuentro donde estudiantes, profesores, investigadores y visitantes en general, a través de visitas concertadas, y con rutas temáticas entre los principales localidades de la cuenca, podrán conocer de primera mano el agrosistema de esta zona, que cuenta con un gran valor etnográfico y ecológico, gracias a los ríos históricos de sus regantes a lo largo de los siglos.
Así lo explica Jesús Castro, asesor técnico de la Asociación Consejo de la Cuenca del Río Torío, un colectivo que trabaja desde hace años para preservar el manejo tradicional del agua que desde tiempos ancestrales emplean las comunidades de regantes en esta zona, de la que forman parte 15 comunidades y usuarios con derecho al aprovechamiento de las aguas del río Torio pertenecientes a cerca de 40 localidades de los municipios de Villaquilambre, Garrafe de Torío, Matallama, Vegacervera y Cármenes.
«El objetivo de esta asociación es la conservación y mejora de la gestión de todo lo relacionado con el agua del río Torío, algo complicado en una comunidad cuyos regantes no son regantes al uso, ya que lo que buscan es mantener sus sistemas e infraestructuras tradicionales, algunos de ellos de hasta 500 años». Esto ha provocado, según Castro, «un paisaje y un ecosistema de altísimo valor ecológico», que es lo que se quiere poner en valor con este aula.
Aquatorío cuenta con un importante grueso de información disponible, gracias en parte a las becas Ralbar desarrolladas por la ULE en esta zona. Uno de ellos, ha sido la realización de un archivo sonoro para recopilar la tradición oral, las canciones tradicionales y los sonidos propios del agua del río Torío. El objetivo es revalorizar las aguas del río Torio como recurso medioambiental, etnográfico y cultural. Para llevarlo a cabo se realizaron de diversas actividades que permitieron investigar sobre los sonidos naturales, la tradición oral y la música relacionadas con el agua que se conservan en los pueblos de esta comarca. Todo ello, formar ya parte del fondo sonoro del Aula del Agua, que organizará rutas temáticas para mostrar todo lo relacionado con el agua, una de ellas desde Pedrún y otra desde Garrafe. «La idea es contar con rutas en todos los ayuntamientos para que todos los pueblos se vean identificados con el proyecto», explica Jesús Castro.
El objetivo también es contar con un monitor esta primavera para organizar visitas con los escolares de los distintos colegios de la provincia.
La jornada acabó con un acto literario sobre el Cuelébre de Getino en el Espacio Factor de la Estación de San Feliz de Torío.
Buscan la declaración BIC para tres presas de la Edad Media
La Asociación Consejo de la Cuenca del Río Torío trabaja desde hace meses en una iniciativa con la que pretende documentar todas las presas históricas que tiene la cuenca, muchas de ellas de la edad media, y que tienen un valor incalculable. De hecho, su objetivo desde hace tiempo es conseguir que tres de ellas sean declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) para lo cual cuentan con el asesoramiento de una comunidad de regantes de Ganada, que ya ha pasado por este proceso.
Se trata de la presa Blanca, de Villaopbispo, la presa Viaja, en San Feliz de Torío, y la de San Isidro, en León. Todas ellas datan de los siglos XI y XII.
Entre los muchos proyectos que impulsa la asociación figura uno que tiene como finalizar impulsa la actividad agrícola en la zona, marcada por el minifundismo de sus tierras. Para facilitar la rentabilidad de los agricultores, y gracias al proyecto Ralbar de la universidad, se está creando un banco de tierras en la zona, que pretende facilitar el acceso al mercado de fincas rústicas, ya sea mediante la compra-venta, arrendamiento o aparcería, de personas que se quieran dedicar al sector primario. Para ello, se han realizado diferentes reuniones con habitantes de la comarca para la recogida de información, tanto de interesados en vender o arrendar su terrenos, como de quienes deseaban acceder a ellos para su explotación.