El mastín se reivindica en Laciana como clave en la ganadería extensiva

El mastín español es la esencia del mastín leonés. Y dentro de León, Laciana, se erige como la capital mundial de su cría con 18 mastineros con afijo. «Ocho mil ganaderos fueron los artífices de su selección genética», precisó el etólogo y adiestrador Félix García. El mastín se adaptó en morfología y carácter al papel protector frente al lobo. El primer simposio del Mastín Trashumante reinvindica el papel de este perro en recuperar la ganadería extensiva. Científicos, expertos en trashumancia y gestión del territorio, ganaderos y criadores se dieron cita en la sede la Fundación Sierra Pambley en Villablino. «El mastín debe superar la dualidad entre perros para proteger el ganado y de concurso», dijo el presidente de la Diputación, Gerardo Álvarez Courel, en la inauguración.

En los tiempos dorados de la Mesta, cuando llegaron a moverse por las cañadas unos 3.700.000 ovejas, se calcula que había unos 25.000 mastines para custodiar estos rebaños. Y tenían trabajo a destajo. Según expuso Manuel Rodríguez Pascual, veterinario y gran estudioso de la trashumancia, hasta el primer tercio del siglo XIX el lobo estaba extendido por toda la península. Curiosamente, el declive de la Mesta coincidió con la desaparición paulatina del canis lupus del territorio peninsular, hasta el punto de que en la actualidad las manadas se concentran en el noroeste peninsular. Vicente González Eguren, presidente de la Sociedad Canina Leonesa y profesor de Veterinaria en la ULE, señaló que el 56,5% de las poblaciones loberas se encuentran en Castilla y León, el 26,7% en Galicia, el 11,6% en Asturias y el 3,8% en Cantabria, para defender que además de medidas preventivas, como el uso del mastín para defender a los ganados, especialmente a los bovinos del sur del Duero, hacen falta más que medidas preventivas y compensatorias. «Hay que hacer control de poblaciones», subrayó. Eguren señaló que una manada en Ávila protagoniza 240 ataques mientras que en León la media es de cuatro.

La vicepresidenta de la Fundación Monte Mediterráneo Ernestine Lüdeke abogó por aumentar los puertos disponibles para trashumancia frente al cambio climático. Laura Ortiz, de Cesefor, presentó la plataforma que unirá a criadores de mastines con ganaderos para proteger ganados, tanto ovinos, como vacas, cerdos o caballos. La iniciativa la desarrolla el Proyecto Bionomía. Con la agrupación La Nueva Mesta quiere facilitar la gestión burocrática, la inclusión social, la incorporación de mujeres, la mejora de la habitalidad de los chozos, la formación de pastores y medidas de vigilancia complementarias con cámaras y collares de monitoreo.

El simposio, que este viernes desarrolla su parte práctica con mastines y ganados en el monte, es la segunda pata del proyecto Aventura Trashumante que desde hace seis años trae a La Cueta de Babia a adolescentes que han superado un cáncer para conocer el pastoreo trashumante y convertirse en embajadores del clima bajo el paraguas de la fundación MaratonDog, que preside Manuel Calvo, y la empresa Dingonatura, representada por Ana Chinarro. Courel selañó el apoyo de la Diputación a la cría y cuidado del mastín con 40.000 euros tras señalar su papel en el impulso a la ganadería y como recurso frente a la despoblación. El alcalde de Villablino, Mario Rivas, concluyó que «pocos territorios como Laciana, junto con Babia, han apostado» por la tradición mastinera que es «clave para compatibilizar la ganadería con el lobo».