Cerrar

El municipio vive una autentica «sangría» de negocios que amenaza su futuro

Sabero necesita emprendedores

El valle ha pasado por unos meses nefastos con el cierre de Neal y el goteo de chapas abajo en muchos negocios cuyos propietarios se han jubilado y no han encontrado relevo

Publicado por
ICAL

Creado:

Actualizado:

Los últimos meses han sido nefastos para el empleo y los servicios en el municipio de Sabero, que ha visto como en un periodo muy corto de tiempo ha perdido un buen número de negocios.

El cierre inesperado de la empresa Neal, sin ninguna alternativa empresarial que se hiciera cargo de sus instalaciones, dejó a una treintena de trabajadores, en su mayoría vecinos de la zona, en la calle y originó un serio problema a ganaderos y carniceros de la comarca, que usaban estas instalaciones. Neal, fundada por el dueño de Eulen, David Álvarez, y en manos de algunos de sus hijos, gestionaba desde hace treinta años un proyecto de carne de alta calidad, con el buey como producto estrella, y contaba con un matadero y sala de despiece en Sahelices de Sabero. Junto a esta gran empresa, el goteo de cierre de negocios ha sido continúo, motivado en su gran mayoría por la jubilación o el fallecimiento de sus propietarios, sin que se haya generado un relevo, ni por parte de una segunda generación ni por emprendedores externos al negocio. En Olleros de Sabero el primer establecimiento en echar el cierre fue el bar Los Pelayos, todo un referente en la hostelería del valle, que durante décadas fue el lugar de reunión de los mineros del pueblo. Su último propietario optó por el cambio a un negocio en León. Le siguió el cierre del botiquín farmacéutico, por la jubilación de su empleada, después de muchos años de servicio público a los vecinos. En Sabero, el bar restaurante Rosario, con Gelines a los fogones y su hija Rosario en sala, cerró sus puertas debido a la jubilación, más que merecida y tardía, de Gelines. No fue posible el relevo generacional y hoy son muchos los que siguen añorando sus patatas a la importancia, sus garbanzos con langostinos, el cordero asado criado por ellos o los pinchos de tortilla. A pocos metros del restaurante, hace ya días que tiene su trapa bajada la carnicería Raquel, otro local famoso en la comarca por la calidad de su género, regentado desde hace décadas por Raquel y Roberto, que supieron ganarse una clientela amplia y fiel, del valle y de toda la comarca. Su jubilación no ha encontrado tampoco relevo.El fallecimiento inesperado a primeros de septiembre del añorado Luis Álvarez Tascón, boticario de segunda generación en Sabero, ha dejado a todos los vecinos del municipio sin un servicio tan esencial como el farmacéutico, especialmente para la población de edad avanzada, mayoritaria en el valle, que tiene que depender de terceros o gastar veinte euros en un taxi para desplazarse a las farmacias de Cistierna. Por el momento no parece que haya nadie dispuesto a trabajar en esta farmacia, tan bien llevada siempre por Luis y su hermana Dolores. Se da la circunstancia de que todos estos negocios que han cerrado, funcionaban muy bien, con una trayectoria de muchos años y una clientela consolidada. Además sus antiguos titulares y los propietarios de los locales, ofrecen muchas facilidades para quien se anime a emprender y continuar con ellos.Los vecinos están deseando que se recuperen estos servicios perdidos y esperan que las administraciones se impliquen para favorecer su reapertura cuanto antes.

Bares, carnicería e incluso la farmacia del municipio han cerrado sus puertas sin opción a que nadie releve su actividad