Diario de León

TEMPORAL DE FRÍO Y NIEVE

Nieve y regalos

Babia se despertó ayer cubierta de un manto blanco. Melchor, Gaspar y Baltasar trajeron consigo la nieve, el frío y numerosos regalos para los habitantes de esta comarca. Sin embargo, la presencia de la nieve no supuso n

Quintanilla de Babia, en la fotografía, amaneció ayer cubierta por un manto blanco

Quintanilla de Babia, en la fotografía, amaneció ayer cubierta por un manto blanco

Publicado por
Daniel Ezponda - BABIA.
León

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La nieve no alteró ayer la actividad normal en Cabrillanes. Los vecinos de esta localidad despertaron con dos sorpresas: la de los Reyes Magos, más previsible; y la nieve, que fue la novedad para todo el mundo. A pesar de la nevada, ésta no fue lo suficientemente grande como para perjudicar seriamente las costumbres de los curtidos vecinos. Empezó el sábado por la noche, continúo la mañana del domingo para hacer luego una pausa y continuar en la madrugada mágica. Un vecino temporal de la localidad señalaba que «es muy poquita cosa lo que ha caído. Es la primera gran nevada del año, pero no hay más de cinco centímetros de nieve». En Piedrafita de Babia la situación era similar. Mucho frío, sol radiante y poca nieve, que apenas cubría los pastos donde yacían plácidamente dos caballos. Uno de los pocos vecinos que paseaban por la localidad, Celso Menéndez, señalaba que las nevadas de ahora no son como las de antaño. «Hace unos años, aquí había cerca de un metro de nieve. Ahora sólo hay para cubrir un poco las calles», comentó Celso. «Lo bueno de estas nevadas es que luego el pantano y los ríos crecen por el deshielo y no hay problemas de agua», señaló este vecino. Desde el Atlántico César es un hijo de Piedrafita que se tuvo que ir para trabajar a Madrid. Aquí regresa cuando puede y sobre todo en vacaciones. La nevada de ayer no le impidió ir hasta Villablino en medianoche a comprar unos antibióticos en la farmacia de guardia. «No hubo ningún problema en la carretera. Era una nevada suave», indicó. César hizo muestra de ser un perfecto conocedor de su tierra natal, demostrando que la tormenta que transcurre sobre la comarca babiana es muy débil, «porque proviene del Atlántico. Más preocupante sería si tuviera su origen en Europa Central que vienen con más fuerza». César recordaba aquellas nevadas que le obligaban a atravesar la localidad con nieve cubriéndole las rodillas hasta el establo de sus padres. Cuando llegaba allí, se quitaba las botas porque tenía los pies congelados, se cambiaba rápidamente de calzado y a ordeñar las vacas. «Entonces sí caía nieve de verdad, con fuerza. Además, hacía mucho frío. Por la mañana, te encontrabas con más de un metro de nieve y las carreteras cortadas», rememoraba César. Otro vecino de la localidad, Adolfo, aseguraba que la verdadera nevada se encontraba en Somiedo y sus alrededores. Mientras, los quitanieves hicieron también su trabajo, quitando la escasa nieve de las carreteras de la comarca y esparciendo sal en todas las vías para evitar accidentes, esperando que el temporal pase de largo o decida descargar Babia.

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