Las demás compañías, pendientes del oleoducto entre Asturias y León
Al margen de las tres petroleras que controlan las siete refinerías españolas -las nacionales Repsol y Cepsa y la británica BP- y una vez que Agip se ha posicionado en el Norte con la compra del centro logístico del puerto del Musel y la red de Saras, otras multinacionales del sector han elaborado su propia estrategia para competir en la zona sobre la base de construir un oleoducto que conecte el puerto gijonés con León, el punto más cercano de la red de canalizaciones de la Compañía Logística de Hidrocarburos. Mientras que Repsol, Cepsa y BP refinan sus propios combustibles en La Coruña, Bilbao, Barcelona, Tarragona, Castellón y Cartagena, desde donde se transportan directamente a través de los oleoductos de la CLH -excepto en el caso de Galicia, donde sólo se almacenan- el resto de las petroleras deben importar por mar sus combustibles ya refinados y después transportarlos por carretera, lo que incrementa el coste y anula la rentabilidad en un radio superior a los 150 kilómetros del puerto receptor. La compra del centro logístico del Musel y las gasolineras de Saras en el Norte por parte de Agip otorgará a esta compañía una ventaja a la hora de competir en la región. No obstante, otras multinacionales del sector apuestan por el oleoducto, un objetivo que persiguen junto a la propia CLH -compañía que explota la segunda terminal petrolera del puerto de Gijón- y cuyo proyecto ya presentaron en julio del 2001 al Principado de Asturias con una inversión prevista próxima a los 60 millones de euros.