CRÓNICAS PÉSICAS Pedro V. Álvarez Collar
Sindicatos
Escribía el 19 de diciembre pasado acerca de lo que había significado nombrar al Valle de Laciana hace apenas una década, y lo que significaba el nombrarlo hoy en día, en el aspecto puramente reivindicativo. En aquel entonces ya en el Valle se olía la crisis de la minería, pero no de la manera tan cruenta como en estos momentos se palpa. Entonces se luchaba con fe, con esperanza de que vendrían tiempos mejores. Sigo pensando de que aquella lucha tenía una finalidad determinada, la salvación de MSP, auténtico motor de Laciana y con su salvación la de todo el Valle. Posiblemente se hicieran muchas cosas mal. Seguramente influyó de manera negativa el poner la «empresa» en manos de quien se puso. Con toda certeza, la globalización que nos devora haya tenido mucho que ver en nuestra constante crisis, al seguir unas directrices dictadas desde miles de kilómetros, con un país como el nuestro que tiene poco peso en el concierto internacional, y que apenas influye en Europa para que el carbón, única fuente energética que tenemos, en palabras del consejero autonómico González Vallvé, tenga un futuro, tal y como debería de ser. Claro que entre tanto, la comisaria europea de Transportes y Energía, Loyola del Palacio, continúa apostando por la reactivación del programa nuclear europeo, tal y como ha declarado a comienzos de este año. Escribí entonces, que tanto desde UGT como desde CCOO, se permitía que la MSP incumpliera lo pactado en su momento acerca de las recolocaciones. Desde MSP así se reconoce en su declaración de principios, firmada por Valverde Gorostiza, en su segundo punto de «MSP ante seis cuestiones esenciales», publicado por este Diario el pasado 17/12/2002. Por su parte el secretario comarcal de UGT declara el pasado 1/12/2002, que debe de primar la diversificación sobre las recolocaciones. Entre tanto, Ángel Bernabé Menéndez, secretario comarcal de CCOO, decía el pasado 11/12/2002, literalmente que estaban dispuestos a rebajar la cifra pactada en cuanto a las recolocaciones. Nadie, desde MSP, ni desde UGT, han dicho esta boca es mía, lo cual significa que admiten que sus declaraciones han sido reales. No logro entender pues, como el secretario comarcal de CCOO, el citado Ángel Bernabé Menéndez, pone el grito en el cielo, acusándome de tratar de desprestigiarle a él y a CCOO. Para finalizar, en su «carta al director» publicada el pasado siete de enero del 2003, diciendo que «pretendo quitar de en medio a aquellos que todavía le hacen frente a la empresa y a las administraciones para que cumplan los acuerdos firmados. Ha de reconocer este señor, que ha leído pocas de mis Crónicas Pésicas, pues intentar de ver algún tipo de connivencia entre un servidor y la MSP o las administraciones es, cuando menos, ridículo. Recapacite, defienda los intereses de Laciana, que al final estará defendiendo los de aquellos que le eligieron y olvídese de querer matar al mensajero...