La pedánea y sus antecesores, citados para la mañana de hoy
El galopante retraso administrativo que ha ido acumulando la causa contra los cuatro acusados de estafar presuntamente unos seis millones de euros (unos 760.000 a la Junta Vecinal de Quintanilla de Somoza) al captarles para que invirtieran en oro con suculentas rentabilidades anuales, ha provocado que las declaraciones de la actual pedánea, Mariluz Fernández, y de tres miembros de la Junta Vecinal que invirtió en oro coincidan en el día de hoy. Sin embargo, la demora que arrastra la causa (todavía queda un acusado por declarar) podría posponer la comparecencia de alguno de ellos Dos días de retraso En un principio, la declaración de los tres miembros que en 1993 se decidieron a invertir en oro el dinero público procedente de los beneficios por la venta de terrenos al Ejército estaba prevista para el pasado martes, fecha en la que la ausencia de una letrada de la acusación particular provocó la suspensión de la sesión. Los tres leoneses, que ya fueron juzgados en su día por prevaricación y cohecho junto al principal acusado por estafa, manifestaron su malestar por el cambio de fecha de su declaración y advirtieron al tribunal de las dificultades personales que les suponía trasladarse a la Audiencia Nacional, con sede en Madrid, a declarar. El magistrado Francisco Castro Meije decidió citarles para el día de hoy. Por lo que se refiere a la actual presidenta de la Junta Vecinal de Quintanilla de Somoza, Mariluz Fernández, que destapó el caso en 1996 al encontrarse con la situación económica de la pedanía, y cuya declaración estaba prevista para ayer, también fue citada para hoy. Agenda repleta del tribunal La duración de la declaración del último acusado así como la apretada agenda de los magistrados que juzgan el caso determinarán si finalmente se llevan a cabo estas declaraciones en un juicio que debería finalizar mañana viernes, pero cuyo retraso ha provocado que la Audiencia Nacional esté buscando nuevas fechas para los trámites procesales que queden pendientes. El número de testigos, el elevado tiempo transcurrido desde que se produjo la presunta estafa -una década ya- y los matices del caso del oro, que se extendió por toda la geografía española, están dando al traste con las previsiones de tiempos que habían hecho los magistrados de la sala de la Audiencia Nacional que juzga el presunto delito. Un caso, por otra parte, de los de menor enjundia de los que juzga en este momento el tribunal especial para grandes delitos en todo el territorio español.