Permítanme que insista

Contaba la pasada semana que desde los sindicatos lacianiegos, que en su día dirigieron gestas memorables, tales como la famosa Marcha Negra, se pasan por el forro los compromisos firmados en su día, entre ellos mismos, la administración y la empresa MSP, según los cuales la empresas recibía unas pocas subvenciones, tampoco viene al caso estimar el cuánto, pero si es imprescindible el mirar el cómo, y esto era que a cambio de esos dividendos que se embolsaba la empresa, ésta se comprometía a recolocar a 150 mineros dentro de su nómina. No en diversas subcontratas existentes, en las cuales realizan unos trabajos similares en unas condiciones que habría que observar muy detenidamente, pues creo que las obligaciones con que cuentan son muchas y los derechos muy pocos, regresando a épocas que todos creíamos estaban olvidadas. Pero pienso que de todo esto ya tendrán conocimiento los sindicatos lacianiegos y estarán sobre el asuntos... ¡Es un suponer! Pues resulta, que estas recolocaciones que venimos debatiendo desde tiempo atrás, no se están llevando a cabo y lo comenté en esta columna el pasado 19 de diciembre, cosa que algunos no debieron de entender bien; volví sobre el tema el 15 de enero, contestando al secretario comarcal de CC. OO., explicando mi opinión al respecto. Ignoro si se habrá entendido ahora. Permítanme pues, que insista una vez más: pienso que las centrales sindicales en el valle están actuando de manera equivocada. Unas por tratar de mermar los 150 puestos de trabajo en su día firmados, caso de CC. OO., aunque después de la visita del secretario nacional Varea, creo que, con buen criterio, han cambiado el discurso. Otros por consentir que las cosas sigan como están, caso de USO y de la Asociación de Vigilantes. Y otros, como es el caso de UGT, por lo que se desprende de las declaraciones realizadas en Villablino, por su secretario general en Castilla y León, Manuel López, el pasado 17 de enero, acusando de demagogia a CC. OO., por exigir que se cumpla lo pactado. Todas las centrales lacianiegas han perdido el norte hace ya mucho tiempo, demasiado tiempo. En su mayoría podría pensarse que sus líderes están al borde de un prejubilación y dejan hacer. Van dejando que el tiempo transcurra y entre tanto se está caminando hacia atrás. Pero las declaraciones de UGT del pasado sábado son cuando menos ridículas. Decir que gracias a los fondos recibidos por MSP, ésta tiene prácticamente enjugada su famosa deuda histórica, pero que de recolocaciones nada de nada, es de risa. ¿A quién defiende? A los trabajadores o a la empresa. Demagogia es culpar al PP en estos momentos en que las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina. Demagogia es decir que si el empresario Lamelas Viloria no puede mantener a su empresa tendrá que venderla y, mientras tanto defiende que la MSP incumpla todo los habido y por haber. ¿Dónde están aquellos líderes sindicales que antaño defendían a los trabajadores? Hemos llegado a unos extremos en los que los supuestos líderes sindicales son simples funcionarios que sueltan la parrafada que la gente quiere oir en el momento propicio. Otra cosa distinta es, luchar y defender unos derechos que costo mucho tiempo adquirir. Por eso, permítanme que insista una vez más, espero que sea la última. Defender la continuidad de la MSP es defender a Laciana, pero no a cualquier precio. Hay algunas cosas a las que no se puede renunciar. Una de ella es la dignidad. ¡Luchemos por ella!.