JOSÉ CARLOS PÉREZ TAXISTA
«Vivimos de la gente del campo y de los jubilados»
José Carlos Pérez lleva nueve años al volante de su taxi, en La Bañeza. Natural de Castrillo de las Piedras, de 44 años, destaca que en su profesión son muchas las horas que hay que dedicar al trabajo para conseguir un
-¿Qué tal se da el negocio del taxi en La Bañeza? -Precario, con bastantes carencias. Es un trabajo que exige mucha dedicación para sacar un sueldo medianamente digno, pero con el que, desde luego, no se hacen maravillas. -¿Hay algún día y alguna hora en concreto en el que más carreras se hagan? -La verdad es que trabajas de lunes a viernes y, en especial, por las mañanas. No hay unos días en concreto en los que tengas más viajeros. Se podría pensar que el sábado, día de mercado, podríamos tener más clientes, pero nada de eso, cada uno se busca su forma de venir a La Bañeza. Los domingos trabajamos cada vez menos y algo el sábado por la noche, pero es el chocolate del loro, horas extra que no se deberían incluir en el guión. Como he dicho antes, no se puede dar una norma, ya que, en la realidad, estás las veinticuatro horas pendiente del taxi. -Jornadas que, como es lógico, incluyen alguna noche que otra. -Como no se trate de puentes y festivos muy señalados, de noche te limitas a las urgencias,a que te llamen por teléfono. Además, como no existe una ordenanza que establezca unas guardias para los taxistas, quien más quien menos se ha hecho con el teléfono de alguno, por lo que aquí cada uno tira de tarjeta y, si le hace falta, llama al taxista que conoce. -Al ser esta una ciudad pequeña, ¿salen mucho a otras localidades? -Los servicios que efectuas dentro y fuera de La Bañeza están muy parejos, en una relación de sesenta a cuarenta, a favor de los viajes dentro de la ciudad. Hay que tener en cuenta que los servicios de mucho kilometraje encarecen mucho el precio. Nosotros vivimos de la comarca, porque aquí no hay un gran centro de servicios ni industrial, atendemos a gente del campo y jubilados que carecen de un medio de transporte. -¿El taxista bañezano siente temor a robos o agresiones? -No. Vivimos en una zona bastante tranquila, al menos de momento, sin altercados de ese tipo y, si se producen, son poco frecuentes. -¿Le ha sucedido que una mujer dé a luz en su taxi? -Nunca. Ahora, la gente joven tiene coche y carné de conducir y los maridos las llevan al hospital uno o dos días antes del parto. Pero el otro día hablaban en la radio de nombres raros y de uno que se llamaba Taxi por haber nacido en uno y sí que hay gente que lleva el nombre del taxista en el que viajaba su madre cuando dio a luz. -Algún que otro cliente le dará las gracias. -Hay gente educada y amable y otros que te recuerdan por un fallo.