Bruselas aprueba una nueva PAC que retrasa tres años el recorte de ayudas

En lo que al sector lácteo se refiere, Bruselas recoge las ideas planteadas por la mayoría de los Estados miembros en el Consejo y aboga por mantener el régimen de cuotas hasta la campaña del 2014-2015, modelo que Reino Unido y Suecia pretendían abolir para forzar así una mayor liberalización del sector. No obstante, la Comisión quiere impulsar una serie de medidas que deberían traducirse, según sus propias estimaciones, en una «reducción global de un 28% de los precios indicativos de la leche en la UE en un período de cinco años». Es más que evidente que esta previsión provocará una reducción notable de la renta de los ganaderos, algo que el gabinete de Fischler pretende amortiguar con dos instrumentos. Por un lado se producirá más leche, ya que entre el 2006 y el 2008 se incrementará en un 2% la cuota asignada a cada país y, por el otro, también aumentarán progresivamente, y desde el 2004, los pagos directos a los ganaderos, que oscilarán entre los 28,7 y los 41,6 euros (6.922 pesetas) por tonelada producida. El escenario que Bruselas pinta sobre el papel es que Europa tendrá en el futuro más leche y más barata, lo que le permitiría ganar peso en el sector de las exportaciones, «y manteniendo siempre un modelo de protección de las rentas», aclaró una fuente comunitaria, que el tiempo dirá si es realmente efectivo. En lo que atiende a la agricultura, la propuesta de la Comisión establece tres niveles para desvincular las ayudas de la producción, para establecer un pago único por explotación y reducir las subvenciones directas a los agricultores. Así, para las explotaciones que reciben una pago anual inferior a los 5.000 euros, la situación no variaría en absoluto. Importante ahorro Las que obtienen entre 5.000 y 50.000 verán recortados los pagos en un 12,5% entre el 2006 y el 2012, recorte que será del 19% para el caso de las explotaciones que logran más de 50.000 euros. Esta solución produciría un importante ahorro en el presupuesto agrícola comunitario, y el 6% de este remanente (unos 1.500 millones de euros) se destinarían a proyectos de desarrollo rural, mientras que la cantidad restante se destinaría a financiar las reformas de mercados como los del azúcar, el aceite de oliva, el algodón, el tabaco o el lácteo.