Una riada de acero

Muchos vecinos de la ribera del Órbigo se acercaron hasta los viaductos de la autopista para ver el paso de los coches, aprovechando la soleada mañana de domingo. «Esto parece carnaval», comentaba un vecino de Hospital, lo que provocó que en seguida se produjera el debate entre los que miraban la marcha. Para muchos, la protesta de los leonesistas llega tarde, sin olvidar que nos encontramos a cuatro meses de las elecciones municipales; otros consideran que la autopista la debe coger quien quiera, que lo que se debe hacer es arreglar los baches de la N-120. Luis Busto, vecino también de Hospital, comentaba que «es divertido. Al menos sirve para pasar el rato». Busto y sus acompañantes se quejaron amargamente de que la autopista ha cortado el Camino de Santiago, obligando a los peregrinos a pasar por un barrizal. Eso es lo que realmente les preocupaba a estos vecinos, mientras las bocinas sonaban.