La subdelegación responde a las críticas recibidas tras las nevadas
La Subdelegación del Gobierno realizó ayer varias puntualizaciones a las críticas vertidas sobre las actuaciones llevadas a cabo por la unidad de Protección Civil en la provincia de León durante la última nevada. Así, según indica el comunicado, «el pasado 3 de diciembre se celebró en la Subdelegación del Gobierno la reunión de coordinación para la Campaña Invernal 2002/2003». Encuentro de trabajo en el que «se analizaron los medios materiales de que disponen todas las administraciones e instituciones con competencias en materia de protección civil (Diputación Provincial, Junta de Castilla y León y Administración Central del Estado)». Esta comisión «tiene carácter anual y su objetivo es garantizar la circulación y la seguridad vial, así como prevenir situaciones de emergencia para población de localidades aisladas o incomunicadas por la nieve, cumpliendo con los protocolos del Sistema de Avisos de Fenómenos Meteorológicos Adversos (Safema) de Protección Civil y el Instituto Nacional de Meteorología». No hubo incomunicación total Además, la subdelegación quiere dejar claro que «durante el último episodio de nevadas registrado en la provincia los días 29, 30 y 31 de enero y 1 de febrero, se llegaron a contabilizar un total de 26 localidades aisladas (sin acceso por carretera) en la zona norte de la provincia. No se produjo ninguna circunstancia de incomunicación total, es decir, aquellas en que no se tiene comunicación viaria, ni telefónica». Es más, «la Unidad de Protección Civil de la Subdelegación del Gobierno mantuvo comunicación telefónica con los alcaldes de los municipios afectados para conocer la posible existencia de situaciones de emergencia que necesitaran la urgente evacuación de población en situación crítica, ya sea por vía terrestre o incluso aérea si fuese necesario». Pese a lo que «no fue precisa la actuación de recursos de emergencia». El comunicado destaca en este sentido que «el municipio de Murias de Paredes no sufrió ni aislamiento ni incomunicación durante los cuatro días que duró el temporal de nieve y viento. Tanto este término municipal como otros muchos del norte de la provincia registraron grandes limitaciones de acceso, debido principalmente a la fuerte ventisca que limitó enormemente la visibilidad y la seguridad vial. Fueron precisamente estas condiciones las que dificultaron enormemente la tarea de los vehículos quitanieves». Por otra parte, «el puerto de La Magdalena se cerró al tráfico la tarde del día 29, abriéndose definitivamente a lo largo de la mañana del día 1». Finalmente, «las principales carreteras de titularidad estatal y competencia exclusiva de la Subdelegación del Gobierno (A-6, A-66, N-630) permanecieron abiertas al tráfico».