El septuagenario permaneció oculto y protegido del frío bajo unos matorrales hasta que lo localizaron CASTRILLO DE VALDERADUEY/VILLAZANZO
Encuentran a un anciano tras estar dos días perdido en el monte
El dispositivo organizado por el Ayuntamiento de Villazanzo en el que participaron varias cuadrillas de ve
Tras una tensa espera que se prolongó durante dos días, la familia de Eduardo Barriales, que desapareció de su domicilio en la tarde del viernes, pudo respirar tranquila el domingo cuando fue encontrado por una de las cuadrillas de rescate organizada por el Ayuntamiento de Villazanzo, que contó también con el apoyo de la Guardia Civil. Eduardo Barriales, de 78 años y residente en Castrillo de Valderaduey, desapareció en la tarde del viernes tras salir a dar un paseo por el monte. Según apuntaron varios miembros de su familia, el septuagenario se vio sorprendido por la noche lo que hizo que se desorientase en las proximidades del río Seco, donde decidió pernoctar improvisando un refugio bajo unos matorrales. Se iniciaba así una odisea que se prolongaría durante cuarenta y ocho horas. Sus sobrinos, con los que suele comer a diario, extrañados ante la falta de noticias decidieron aguardar al domingo para dar la voz de alarma y ver si su tío aparecía a lo largo del sábado. Amplio dispositivo Al seguir sin noticias, el domingo por la mañana los familiares del desaparecido decidieron alertar a las autoridades de la zona para iniciar el rastreo. El Ayuntamiento de Valderaduey tomó las riendas de la situación y desplegó un amplio dispositivo de búsqueda. Fueron movilizados un gran número de vecinos que se organizaron en 20 cuadrillas que rastrearon todo el municipio en otros tantos vehículos y que contaron con la ayuda de varias unidades motorizadas de la Guardia Civil llegadas de León, Sahagún y Almanza. El dispositivo dio resultado y por la tarde una de las cuadrillas daba por fin con Eduardo Barriales, que se encontraba bien a pesar de haber pasado dos noches a la intemperie, en un paraje conocido por el monte Teja, en la zona de Valtoríes, poniendo fin así a una odisea que duró 48 horas.