NIEVES FERNÁNDEZ PEREIRA EMPRESARIA DE HOSTELERÍA
«La cocina de calidad no supone que el cliente tenga que pagar más»
Catorce años en el sector de la hostelería, seis de ellos como propietaria junto a su marido del restaurante La Paloma, avalan la trayectoria de esta joven empresaria. Activa y perfeccionista, su
-Siempre se ha dicho que el sector de la hostelería es bastante duro, ¿le parece cierto? -Sí, aunque también ofrece cosas divertidas. Es duro porque le dedicas muchas horas y es poco agradecido. Pero también tiene su lado bueno, y en mi caso es hacer lo que yo quiero. -¿Vale cualquiera? -Hay gente que vale más que otra. Lo cierto es que tienes que tener unas cualidades, sino, lo más seguro es que el negocio acabe fracasando. -El estar continuamente en contacto con la gente, ¿obliga a poseer dotes de psicólogo? -Muchas. Cada persona es un mundo y cada día entran en el restaurante muchas personas. Por eso hay que saber tratarlas a cada una por su lado. -Para que un negocio como el suyo, ¿existe algún secreto? -Ser muy profesional. Para que la gente esté satisfecha tienes que ofrecerle lo mejor. Por eso, desde el pincho hasta la bebida que le sirvas tiene que estar en perfectas condiciones. También es fundamental la persona que esté detrás de la barra. A la presencia hay que unir la profesionalidad para responder como se debe a lo que pida el cliente. -¿Qué es lo más duro, estar detrás de la barra, en la cocina o sirviendo en el comedor? -Todo lleva su esfuerzo. A pesar de que cada uno tenga unas características, lo que está claro es que va interrelacionado. Para que el establecimiento funcione tiene que hacerlo todo. -¿Es duro poner en marcha un negocio como el suyo? -Para mi marido y yo fue bastante. Nosotros empezamos de cero y eso nos supuso que tuviéramos que acudir a los bancos a pedir un crédito, que no hay que olvidarlo, hay que pagar luego con intereses. También hay que montar el local y, lo que es más difícil, lograr una clientela. Eso es muy duro, pero por suerte, hemos sabido sacarlo adelante. -El hecho de ser una persona joven, ¿ayuda o perjudica? -Ni una, ni la otra. Incluso creo que la gente joven está ganando la partida a la mayor. -Uno de los sambenitos que siempre se la puesto a la comida es la importancia de la presencia, ¿cree que es así? -No hay duda, hoy como ayer la gente come por la vista. Con esto quiero decir que lo primero que hacen es mirar como está servido o presentado, luego lo prueban y si le gusta, repiten. -La calidad y el precio económico, ¿están reñidos? -No, o en nuestro restaurante eso no es así. A veces la gente cree que cuanto más precio pague por una cosa va a ser mejor. Y eso es falso. -¿Cuesta mucho mantener a los clientes? -Bastante. En cambio puedes perderlos en un momento. -¿Cómo compagina la faceta de empresaria con la de mujer, ama de casa y madre? -De la mejor manera posible y con mucho trabajo. Es complicado, no sólo por tener que trabajar fuera de casa sino porque luego tienes que hacerlo en ella además de cuidar por tus hijos, sin duda alguna lo más importante para una mujer. En mi caso es más llevadero porque cuento con toda la ayuda de mi marido.